El sindicato de Enfermería de Ciudad Real (Satse) ha denunciado hoy el despido de casi 200 profesionales de enfermería en los distintos centros sanitarios de la provincia de Ciudad Real, cuyas plantillas se han vuelto a ver reducidas nuevamente este mes de octubre.
En los centros ciudadrealeños se han despedido, en lo que va de año, entre enfermeras/os y fisioterapeutas a 29 en el Hospital de Ciudad Real; 31 en el Área de Salud de Puertollano; 7 en el Hospital de Valdepeñas; 40 en el Hospital Mancha Centro de Alcázar; 11 en Tomelloso; 10 en el Virgen de Altagracia de Manzanares, y 20 en los equipos de Atención Primaria del Área de Ciudad Real y 10 en los del Área de Alcázar, según ha informado Satse en un comunicado.
Ha opinado que estos despidos se basan en criterios economicistas y no en las necesidades asistenciales de los centros, lo que unido al que no se sustituyen bajas por enfermedad ni jubilaciones y a la disminución de presencias físicas en muchas de las unidades médicas y quirúrgicas hace que la situación en los centros se agrave cada día al estar las plantillas bajo mínimos.
Además, la reducción del número de profesionales en los centros agrava el déficit de enfermeras que ya se registraba en el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), y que ya denunció Satse tras el estudio realizado el pasado año en el que se detectó un déficit de más de 12.000 enfermeras en los centros de la región para igualarnos a la media europea.
Para Satse, el despido de enfermeras afecta a las condiciones laborales, al tener que asumir más carga de trabajo, pero sobre todo a la calidad de la atención sanitaria que se presta «puesto que son los responsables más directos de los cuidados a los pacientes y porque para dar asistencia al mismo número de usuarios prestando los mismos servicios se dispone de un menor número de profesionales».
La reducción de personal sanitario, ha vaticinado, provocará la saturación de los servicios de Urgencias, como se ha visto en las últimas semanas en algunos centros, y el aumento de las esperas en las consultas, además de una peor atención a los pacientes.