Miguel Ángel Guerrero estaba de servicio en el cuerpo de Bomberos y Salvamento de Talavera cuando recibieron el aviso de que una joven se encontraba en el puente peatonal que cruza la Avenida de Madrid. Ella amenazaba con tirarse. Abajo, agentes de Policía Nacional y Policía Local ya se encontraban en el lugar para evitar que la chica se precipitara.
Junto a sus compañeros, esta dotación del turno 3 salió al lugar del suceso una vez que se les avisó, donde se encontraron a la joven; y ahí fue cuando este sargento de turno talaverano decidió acercarse a la chica para hablar con ella, para intentar calmarla y tranquilizarla. Por delante había un reto, ganarse su confianza. Fue decisión propia y tras pedir poder ir hasta ella, lo hizo.
«Le dije que quería hablar con ella y me acerqué»
La joven, en el borde, mantuvo en vilo a profesionales sanitarios y policías durante un rato, ante este intento de tirarse del puente, intento que finalmente fue impedido. Miguel Ángel comenzó a hablar con esta chica. «La ví que hacía comentarios, le dije que quería hablar con ella», cuenta el bombero talaverano. «Me acerqué para ayudarla».
«Estaba muy asustada», asegura el propio sargento, que cuenta que sobre todo intentó actuar con firmeza y con la intención de que el puente quedara atrás y el deseo de precipitarse desapareciera en ella.
«Fue una conversación normal, intenté preguntarle por qué hacía esto y qué era lo que quería conseguir… También quería que ella supiera que todos nosotros estábamos allí para ayudarla», relata el bombero. Antes, varios agentes de policía habían hablado con ella, pero la situación de nervios continuaba.
«Estamos aquí por ti…» Afrontar la situación para «darle la vuelta a la tortilla…»
«Estamos aquí por ti», dijo Miguel Ángel a la chica en una situación similar a las que había vivido en su trabajo en otras ocasiones. «En estos momentos tienes que intervenir e intentar darle la vuelta a la tortilla para que todo salga bien», explica.
Tras hablar un rato con ella y tranquilizarla, pudo ganarse la confianza para convencer de que esa situación no beneficiaba a nadie, por lo que debía cambiar. La chica, asustada, decidió quitarse del borde del puente y así pudo ser movilizada a la ambulancia, con la ayuda de profesionales sanitarios.
[ze_summary text=»Según el bombero, debería haber sido un psicólogo el que hubiera atendido a la joven… Aunque fue su iniciativa acercarse para ayudar»]Según el bombero, debería haber sido un psicólogo el que hubiera atendido a la joven… Aunque fue su iniciativa acercarse para ayudar[/ze_summary]
«Allí debería haber estado un profesional médico», añade el propio Miguel Ángel, quien no habla de hazaña sino de algo normal, en una situación compleja. «Yo no soy psicólogo, simplemente quería hablar con ella y que entrara en razón. Hay que afrontarlo», relata el bombero. Finalmente, «salió bien, la acompañamos a la ambulancia» y el caso de rescate acabó ahí.
La joven después fue atendida por los servicios sanitarios y esta intervención trajo un buen sabor de boca tanto a Miguel Ángel como a sus compañeros y al resto de agentes y sanitarios que se encontraban en el perímetro de seguridad.