Artículo de opinión sobre la plataforma logística intermodal en Talavera:

Con alborozo examino el estudio elaborado por encargo de IPETA para la implantación del nodo logístico y que fue presentado el pasado 19 de febrero. Permítanme decir, con unos conocimientos superiores a la media sobre el transporte terrestre, que es un documento muy válido y realista.

Desde hace años (con la ventaja del puesto administrativo que ocupaba) he visto esta oportunidad como la más importante que ha tenido Talavera para relanzar sus posibilidades industriales y comerciales. Para mí y los íntimos quedan los detalles de los esfuerzos infructuosos que hice para mentalizar a muchos de la importancia tan superlativa del posible proyecto, que pasaba por quitar aumentos al zoom de la perspectiva y situar a esta población en una marco geográfico supranacional, superando la tradicional y ya trasnochada perspectiva comarcal.

Si el desarrollo de las comunicaciones e infraestructuras le había ido restando a Talavera su capacidad de servir como cruce de caminos comarcal, estas mismas circunstancias le abrían otras mucho mayores; sólo había que darse cuenta de que ahora había que ser más atrevido y ser capaz de ser lo mismo, pero en perspectiva ibérica. Talavera sigue siendo punto geográfico de primer orden en la estrategia comercial, pero ahora sólo lo será si se logra convencer, a la propia Talavera, a su provincia, comunidad autónoma y nación, que puede y debe serlo en el tráfico internacional. Es la gran alternativa al corredor Mediterráneo/Sur, en gran parte colapsado y, además, cuenta con el interés de todo el país vecino; Portugal. Se contaría pues con toda una nación como aliado.

De inmejorable oportunidad a magnífico proyecto

El nodo logístico acaba de pasar de ser una inmejorable oportunidad a ser un magnífico proyecto, que puede morir o que puede crecer y desarrollarse si se le alimenta y cuida. Es la piedra clave de la reindustrialización local, que no otro fue el pasado inmediato y debe ser el futuro de la ciudad. Deberían quedar atrás las vocaciones (para mí absurdas) de que Talavera sea una ciudad de servicios, basada en el ciego y torpe análisis del actual porcentaje de participación en el PIB local/comarcal.

No conozco ninguna sociedad desarrollada cuyo PIB en servicios no sea cercano al 70/80 %, lo cual no quiere decir jamás que los servicios sean el tractor económico de ninguna sociedad desarrollada; salvo que sea a escala microscópica e individualizada. Por el contrario, las sociedades más desarrolladas económicamente difícilmente superan un PIB industrial de un 20%, lo que no impide que cada punto porcentual sea capaz de multiplicar su efecto en el sector servicios. Por poner un ejemplo, Canarias, con su enorme potencial turístico, tiene una bajísima participación industrial en su PIB (algo más del 7%), que casi acaparan los servicios (86%), pero es una de las CCAA con más índice de paro. Vascongadas se acerca a un PIB industrial del 20% y su paro es de los más bajos.

Además, en una España global, está claro que no todas las ciudades, comarcas o provincias pueden ser una España a escala, por lo que habrá zonas donde la distribución del PIB sea, asimismo diferente, pudiendo llegar el industrial muy por encima del 20%, pese a que luego ese porcentaje se diluya en sus espacio geográfico/administrativo hasta llegar a ese ideal del 20%. Un ejemplo sería Zamudio respecto al total del País Vasco o del mismo Bilbao, con un PIB industrial cercano al 65%.

Talavera tiene la gran oportunidad de ser industrial

Se da la circunstancia de que, a mi juicio, de que Talavera tiene la gran oportunidad de ser industrial, o prestadora de servicios de logística/transportes íntimamente ligada a la industria. Y creo que esta debe ser su vocación principal, de igual forma que hace no tanto, era ganadera y zona de mercado de estos ganados.

El nodo logístico no es otra cosa que el mercado de ganados, pero actualizado al S XXI. Sería un centro de reunión de productores, donde se dispusiera de las mercancías producidas para su venta y/o distribución. Sería también un imán para la instalación de los mismos productores, por su cercanía al centro de distribución. Sería un renacer de Talavera en su misma naturaleza y espíritu de cruce de caminos, pero sabiéndose actualizar y acomodar a los tiempos, siempre con perspectiva lejana, tanto en el tiempo como en el espacio.

Considero tan importante este (ya por fin) proyecto, que creo que debería existir un acuerdo preelectoral entre las principales fuerzas políticas locales y regionales para garantizar los apoyos que requiera. De otra forma podrían perderse muchos meses cruciales y, por ello, perder el tren en su máximo sentido. A su vez, la unanimidad política daría estabilidad a los posibles inversores, como también serviría de apoyo en la continuidad de las gestiones que todavía hay que hacer ante las instituciones nacionales (ADIF, Ministerio de Fomento, de Hacienda, entre otras), porque en ellos sólo se impulsan los proyectos que se sepan con continuidad indiscutida. Por el contrario, odian los impulsos débiles y con peligro de ser retirados en su mismo origen institucional, donde los cambios de interlocutor lo sean también de criterios.

El ya proyecto no puede estar sujeto a vaivenes electorales y, pudiendo existir criterios de ejecución, quienes pudieran llegar no pueden pretender retrasarlo para darle una impronta personalista, más que personal. Deben respetarse los pasos dados como cuestión de estado o, de lo contrario, sólo se logrará retrasar el crecimiento del neonato hasta hacerle inviable.

Sólo me resta dar mi enhorabuena y agradecimiento a quienes han dado este primer paso efectivo y mostrarle mi agradecimiento, porque lo han hecho (me consta) de espaldas a todo objetivo político y partidista, sólo pensando en el futuro de la ciudad.

Antonio Conde Bajén (Fue Jefe de Servicio de Transportes Terrestres en la Junta).