Durante el mes de mayo encastillalamancha.es acerca a sus lectores a los principales candidatos de las elecciones municipales del 26 de mayo mostrando «las fotos de su vida». Han sido seleccionadas por ellos y muestran momentos que les marcaron la vida. Cosas sobre los aspirantes a alcaldes y alcaldesas que no todo el mundo sabe y fotografías que, en algunos casos, muy pocos han visto.
Susana Hernández del Mazo es la apuesta de Ciudadanos para conseguir la Alcaldía de Talavera. Talaverana de generaciones y generaciones como muestra en la foto que abre esta información, realiza un repaso en fotos de su vida que arranca con su llegada al barrio de la Plaza del Chicle, cuando este se comenzaba a edificar y lo que había alrededor eran huertas.
«Refleja cómo estaba el barrio cuando nos fuimos», explica la candidata. Detalla cómo en esa época los edificios todavía estaban construyéndose y asegura que la imagen es muy «significativa» de la evolución y el crecimiento de la ciudad.
Aunque esta talaverana ha tenido que «moverse mucho» para ganarse la vida, sus raíces son puramente talaveranas. Aquí muestra una foto que es una auténtica joya, «muy especial», y que no muchas familias pueden presumir de ella. En la imagen cinco generaciones de talaveranas, que comienzan y terminan con una Eloísa, el nombre de la tatarabuela y de la tataranieta, la hija de Hernández del Mazo. «Todas somos talaveranas, cinco generaciones de mujeres», comenta la candidata de Ciudadanos sobre una foto que sencillamente le «encanta». Además Eloísa es un nombre que une a esta familia y que incluso lo han exportado a Francia, donde se mudó allá por los 70 algunos familiares de Susana.
Susana Hernández y su familia tiene un arraigo «importante con el campo». Desde bien pequeñita recorrió la comarca con su padre, mecánico de maquinaria agrícola que se desplazaba por los pueblo y precisamente en uno de ellos, Llanos de Velada, tiene esta fotografía con cuatro años y esa cara de pilla. Esta es la razón por la que Hernández del Mazo tiene una «estrecha relación» con todos los pueblos de la comarca de Talavera.
De sus mellizos, que ahora tienen 13 años, se siente «superorgullosa» y también comparte esta imagen con ellos a lomos de un burro en la huerta que la familia tiene en Navamorcuende. «Para mí son lo primero de todo», reconoce esta madre que siempre que puede se escapa junto a su familia a este reducto de paz en el campo. «Mis hijos han crecido por ese amor por el campo«, subraya.
En último lugar, el paso por la Universidad de Salamanca de Hernández del Mazo estudiando Psicología. «Años muy buenos como estudiante» con un punto «nostálgico», pero en los que lamenta que ni en su ciudad ni en la región se pudiese cursar esos estudios. «Uno sale porque no tiene más remedio que salir», indica, mientras recuerda esos viajes en el minibus que fletaban entre los padres de estudiantes talaveranos para que pudiesen acudir a la ciudad salmantina. Uno viajes en los que, a veces, había alguna que otra dificultad. «En el puerto del Pico nos encontrábamos la carretera nevada en invierno«, al fin y al cabo, «anécdotas que ahora son recuerdos bonitos», pero seguro que entonces no hacía tanta gracia esa carretera serpenteante llena de nieve.