La Agrupación Naturalista Esparvel ha solicitado información al Ayuntamiento de Talavera sobre el proyecto de futuro para los Jardines del Prado de la ciudad de la cerámica.
«Los árboles recién plantado no se están regando»
En el escrito registrado ante el consistorio, han expresado su preocupación «por el abandono de estos jardines tras el cese de las obras», pues alegan que los árboles recién plantados no se están regando este verano, por lo que, si no se retoman los cuidados se secarán, todo ello después del trabajo, el desembolso económico realizado y obras que han dañado raíces de los árboles consolidados, e incluso el mobiliario de cerámica, ha informado el grupo conservacionista en una nota.
«El abandono de estos jardines nos puede suponer a los talaveranos, además de la pérdida de un lugar de esparcimiento, un desembolso económico importante, ya que estas obras estaban financiadas por los fondos europeos EDUSI, y si no se terminan, además de lo gastado, no habrá fondos para hacerlo, porque dichos fondos no se recibirán o, si se han recibido, habrá que devolverlos», han argumentado los naturalistas.
También han manifestado su «disgusto» por la tala de los dos olmos que estaban situados junto al Polideportivo Municipal ‘José Ángel de Jesús Encinas’, que, además de ser monumentales, tenían un valor ecológico notorio, ya que eran olmos que no habían sufrido la grafiosis, enfermedad que diezmó los olmos europeos en la década de los ochenta), y que, por ello, «habrían sido candidatos en la selección genética que está realizando el Ministerio de Transición Ecológica para recuperar la población española de olmos».
Que se realice un catálogo de árboles notables de Talavera
Por todo ello, Esparvel ha solicitado al Ayuntamiento que se realice un catálogo de árboles notables de Talavera, para priorizar su conservación «siendo conscientes del patrimonio que tenemos».
Igualmente, han solicitado formación del personal de jardinería, criterios objetivos y técnicos para la realización de podas o implantación del arbolado, dando preferencia a especies autóctonas o de bajo mantenimiento, así como «una planificación seria para evitar, por ejemplo estrangulamientos de raíz o levantamientos de aceras por poner alcorques muy pequeños a los árboles o que se sequen árboles recién plantados».