Articulo de opinión de Antonio Conde Bajén, ex director general de Economía y Comercio de Castilla-La Mancha:
Para el domingo 17 de febrero se ha convocado una manifestación en Toledo por parte de determinadas asociaciones de Talavera, bajo el lema “Talavera exige”. Sin duda la situación económica de esa población es preocupante, con un paro muy superior al del resto de la región y unas expectativas de posibilidades muy en el aire.
Se echa de menos un impulso más decidido a grandes proyectos como es el de la Plataforma Logística, que podría ser la piedra clave de un renacer de Talavera, para convertirse, de nuevo, en punto intermedio y principal de las comunicaciones con el oeste ibérico, como gran alternativa a un corredor mediterráneo que ha condenado al ostracismo cualquier posibilidad de despegue económico e industrialización del oeste peninsular.
Y sin embargo, sorprende en extremo que la propia Talavera centre sus ojos, más que en esta plataforma, en la llegada de un AVE que va a llegar en cualquier caso porque, se quiera o no, es punto intermedio en la ruta hacia Badajoz y, por ello, a Lisboa. Dicho de otro modo; el AVE pasará y llegará. Lo que no está tan claro es que lo haga el nodo logístico. Deberían pues los talaveranos, sus instituciones y asociaciones, priorizar sus esfuerzos y darse cuenta de sus necesidades más primarias y fundamentales, que pasan todas ellas por una reindustrialización, que podría llegar con el nodo, pero a la que es ajena el AVE, que en todo caso, insisto, pasará.
[ze_summary text=»Sorprende en extremo que la propia Talavera centre sus ojos, más que en esta plataforma, en la llegada de un AVE»]Sorprende en extremo que la propia Talavera centre sus ojos, más que en esta plataforma, en la llegada de un AVE[/ze_summary]
Por otra parte, también se echa de menos un esfuerzo personal de quienes reclaman fuera determinadas actuaciones. No es de recibo que se exija a otros mientras que desde dentro no se hace lo necesario para ese tan deseado despegue económico. Y aquí me remito a la intervención que el Secretario General de Fedeto, Manuel Madruga, hizo en la propia ciudad de la cerámica hace escasas semanas, en “Espacio Reservado”, organizado por encastillalamancha.es, dirigido por la talaverana Mar G. Illán. En ella el señor Madruga señaló entre las causas que perjudicaban la actividad empresarial el de las normas urbanísticas, parte importante de las cuales son municipales.
Los problemas urbanísticos que genera el POM
Talavera en esto no es diferente a otras muchas ciudades de España que redactaron hace pocos años su Plan General (en CLM Plan de Ordenación Municipal; POM), compartiendo los vicios propios de los estudios de arquitectura que los redactaron, que copiaban los POMs de unas ciudades a otras, sin singularizar sus particulares problemáticas y sus necesidades. La diferencia entre unas y otras ciudades estriba en la respuesta que se hace ante semejantes desatinos; o la pasividad o la iniciativa para rectificarlos.
Así, el POM de Talavera contiene sectores urbanísticos enormes (alrededor de 50 hectáreas cada uno) que hacen imposible o antieconómico su desarrollo, siquiera de forma parcial, porque la aprobación de un Plan Parcial para el sector implicaría el pago en la totalidad de un IBI de suelo urbano; es decir, una ruina absoluta para aquellos a los que no llegara de inmediato la ejecución urbanística material. La solución pasaría por dos acciones bastante sencillas y no demasiado lentas. Una de ellas sería establecer unas bonificaciones para los suelos planificados y no ejecutados, que impidiesen la ruina de sus propietarios y, por ello, su interés y/o no oposición al desarrollo urbanístico del vecino. Otra la redelimitación de sectores en otros mucho más pequeños, que se acomodaran a las reales posibilidades urbanísticas de la ciudad y a una demanda urbanística creíble. Deseo que los munícipes, del color que sean, no enjuicien estas medidas con la perspectiva de un cortoplacismo basado en el momento en el que cada uno ocupa su cargo.
Pero además, Talavera cuenta con una de las ordenaciones más estrictas del suelo rústico, de tal forma que están pasando por delante de su puerta, sin parar, las hoy cada vez más numerosas ofertas de instalaciones de plantas fotovoltaicas, que están ya haciendo gestiones para su ubicación en pueblos tan cercanos como Cazalegas, Lucillos, San Martín de Pusa, entre otros, pero que, con el actual POM, quedan prohibidas en Talavera, que no creo que esté para despreciar inversiones externas. Y no estamos ya ante la multiplicación de los minihuertos solares, sino ante la necesidad nacional y de la Unión Europea de multiplicar la generación eléctrica; se trata de futuros negocios estables, rentables y ecológicamente viables y necesarios. No puede darse la espalda al futuro y llorar luego porque no para a tu lado.
Por volver al tan cacareado AVE, quizás muchos no se han dado cuenta de que el POM ordena el soterramiento de las vías, así como que esta obra deberá ser costeado por los sectores urbanísticos colindantes. Cuando se pensaba que medio término municipal iba a ser construido en un plazo de 10 años, esto sería normal, pero no en la actual situación. El desarrollo de esos sectores (todo el norte de la ciudad) es hoy también imposible, porque están supeditados a una carga urbanística, que no sólo se prevé enorme y que haría antieconómico el desarrollo urbanístico de los sectores, sino que a día de hoy ni siquiera está cuantificada.
Por ello, ninguno de los sectores querrá asumir unos gastos todavía no concretados, pero que serán con absoluta seguridad enormes. Llegará el momento en el que el AVE a Badajoz pase por Talavera y esta población no haya resuelto el problema del soterramiento. Pasará entonces por arriba o por abajo, pero pasará. Lo pagará ADIF, la JCCM o quien sea; pero hasta que ese momento no llegue y no se defina el problema y sus costo, la zona norte de Talavera estará urbanísticamente trabada. Nueva pérdida de oportunidades.
Conocer la realidad sin dejarse llevar por los cantos de sirena
Con esto no he pretendido hacer un análisis completo de la problemática de esa ciudad, como tampoco de todas sus soluciones. Sólo he querido dar unos botones de muestra de que desde dentro de Talavera se puede hacer mucho, que tenía que estar haciéndose ya.
Talavera exige, pero Talavera son sus ciudadanos, que deben exigirse a sí mismos conocer la real problemática poblacional, sin dejarse llevar por cantos de sirena que capean la embestida de su justa indignación, lanceándolos de capa en dirección a instituciones superiores y exteriores; que es lo fácil. Talavera exige, y tiene razón para ello, pero quien exige sin llevar sus deberes hechos (o cuando menos planteados con realismo) pierde fuerza y oportunidades.
Antonio Conde Bajén.