Se trata de una historia protagonizado por jóvenes con valores, algo que el alumnado de este centro de Talavera demuestra con frecuencia organizando o participando en causas solidarias. El propio colegio Cristóbal Colón ha relatado lo sucedido días atrás cuando varios alumnos, en su tiempo de recreo encontraron una cartera que alguien había perdido en la calle…
Una cartera con dinero y lotería…
«La escasa media hora de recreo supone para los chavales el único alivio que viven miles de chavales en mitad de maratonianas jornadas lectivas aseveradas por las restricciones de la pandemia. Suelen salir a la calle, se compran algo de comer y lo mastican con prisa sentados en algún banco mientras charlan y bromean», observan desde el centro.
Y es en uno de esos recreos en el que hace unos días un grupo de chicos de 3º de ESO se disponía a sentarse en un banco para descansar durante el recreo, cuando uno de ellos encontró una cartera tirada en el suelo. En su interior encontraron documentación, dinero y un billete de lotería de Navidad.
Entregaron la cartera en el colegio «y su contenido a una profesora que avisó a la Policía Municipal«, que se puso en contacto con el propietario para devolverle la billetera y su contenido íntegro, como lo habían entregado los chavales.
Visita al colegio Cristóbal Colón
A las pocas horas, su agradecido dueño, Anastasio, que casualmente es policía jubilado, se presentó en el colegio acompañado de varias cajas de bombones y el billete de lotería que tenía en la cartera para los chicos y los profesores que le habían hecho recuperar su cartera.
«En este mal 2020 que nos ha tocado vivir, sigue habiendo un huequecito para la esperanza, la bondad y los pequeños cuentos de Navidad que, como este, suceden cada día en nuestras calles y tienen como protagonistas a gente corriente como Anastasio y estos chicos de 3º de ESO», cuentan orgullosos desde el centro.
No demonizar a los adolescentes
Desde el centro lamentan que «las informaciones sobre la pandemia han demonizado, en muchas ocasiones, a los adolescentes tachándoles de irresponsables y poco solidarios con la situación que les ha tocado vivir», y eso hace que «en ocasiones hasta tienen que soportar alguna bronca» por parte de gente mayor que les afean que se bajen la mascarilla para comer o beber.
«No está siendo un año fácil para nadie, pero mucho menos para ellos, que han de enfrentarse a una situación que no logran comprender del todo en una etapa clave de su desarrollo personal y social», tienen claro en el colegio Cristóbal Colón.
Además, recuerdan que es «una generación que está aprendiendo a conocerse, a relacionarse y a quererse sin poder acercarse ni tocarse».
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