Hace unos días el Museo del Louvre de París estrenaba su nueva iluminación instalada con tecnología LED, menos contaminante y que contribuye a reducir la factura eléctrica. Toledo daba este salto en octubre de 2009 con la inauguración de la iluminación artística del Alcázar hecha una realidad gracias a los fondos del «Plan E» y a las intervenciones de Philips, Sice y Casa Álvarez. Desde que se comenzó a usar en la capital regional la tecnología LED en los monumentos, el ahorro en consumo energético para el Ayuntamiento ha sido del 60 por 100.
La inversión en LED forma parte del proyecto «Nuevas iluminaciones artísticas de la ciudad de Toledo» del área de Gestión de los Servicios y Medio Ambiente que dirige el concejal Gabriel González. El edil explicaba a encastillalamancha.es que «hemos dado a Toledo una postal nocturna que no tenía, y es que además de los monumentos hay que sumar también la iluminación de las riberas del Tajo». De esta forma, el objetivo último del Consistorio es promover el turismo, las pernoctaciones en la ciudad y, con ello, contribuir a crear riqueza económica. «En este sentido tenemos que seguir trabajando», apuntaba.
Concretaba que no solo se ha sustituido la iluminación antigua por lámparas LED sino que además se ha colocado donde no existía. El aprovechamiento de esta tecnología ha representado en estos años un ahorro energético del 60 por 100, un porcentaje que no se puede trasladar a euros ya que, tal y como indicaba González, el constante aumento de las tarifas -en un 40 por 100 en los últimos cuatro o cinco años- «ha hecho imposible que ahorremos económicamente en luz; lo único que hemos logrado es que la factura no se dispare».
Hoy por hoy, añadía, «la única manera que tenemos para ahorrar en euros es apagando», de ahí que desde el mes de octubre de 2011 los monumentos de la ciudad se apaguen los domingos y solo se iluminen los viernes y los sábados.
En el proyecto «Nuevas iluminaciones artísticas de la ciudad de Toledo» se habla de dos fases: una primera de 2.300.000 euros de inversión en la que se incluye la intervención en los monumentos más importantes -Catedral, Alcázar, Puerta Bisagra, Ayuntamiento, muralla y Cortes regionales- , fase que comprendía los años 2009 a 2011 y que se ha completado con éxito; y una segunda, 2012-2015, que supondrá la iluminación de nueve torres de iglesias y la Puerta del Sol. Sobre esta última, González apuntaba que «se va a hacer el proyecto pero la ejecución, por falta de financiación, se va a quedar en suspenso».
En dicho proyecto también se da cuenta de los requerimientos que ha seguido la nueva iluminación: posibilidad de contemplación del monumento desde cualquier distancia y plano; realzar los elementos singulares del edificio mediante iluminaciones que no sean planas; iluminar cubiertas y chapiteles, de enorme dificultad por su altura y colores oscuros que absorben la luz; optimizar el mantenimiento de forma que se minimice el gasto en este capítulo; y conseguir un alumbrado eficiente y de bajo consumo, respetando además el medio ambiente. Los LEDs han permitido así iluminar los chapiteles del Alcázar, a más de 60 metros de altura, o las agujas de la torre de la Catedral, a 80 metros de altura. Incluso, como elemento adicional, en la Catedral se han empleado sistemas de regulación por ordenador que permiten variar el color y la temperatura de los LEDs de las vidrieras y de la Puerta de los Leones, con lo que se han conseguido efectos ópticos antes imposibles.