El Casco Histórico de Toledo dispondrá de un parque para perros con una superficie de 500 metros cuadrados, que estará situado en la zona verde que hay detrás del Alcázar y de la piscina cubierta y para la que el personal del Ayuntamiento está preparando ya su vallado.
Así lo ha confirmado la concejala de Servicios Medioambientales, Noelia de la Cruz, en una rueda de prensa en la que ha presentado la campaña publicitaria «Cerokk» de concienciación para el control de excrementos caninos en la ciudad, para lo que se repartirán desde hoy 1.100 dispensadores de bolsas para recoger estos residuos en colegios, centros cívicos y clínicas veterinarias.
«Una de las actuaciones a las que nos comprometimos era la búsqueda e implantación de zonas especificas acotadas para esparcimiento de perros, para lo que hemos atendido las peticiones vecinales», ha señalado de la Cruz, que ha indicado que esta zona tendrá un vallado «acorde al entorno» y podrá acoger el esparcimiento de los 2.200 perros que hay en Toledo.
La concejal ha afirmado que están valorando la posibilidad de instalar este tipo de zonas en otros barrios de la ciudad, como Santa María de Benquerencia.
En cuanto a la campaña publicitaria, para la que se distribuirán trípticos y 100 carteles, De la Cruz ha dicho que el Ayuntamiento busca «involucrar a los dueños de perros en su tenencia responsable y, de esta manera, disminuir comportamientos incívicos».
Este proyecto se enmarca en una campaña de tenencia de animales que se basa en tres líneas de actuación, la primera de las cuales es administrativa y pretende identificar a las mascotas mediante un chip, incluirlas en el censo municipal y tramitar licencias por tenencia de perros peligrosos.
Otra línea es la sanitaria, con la promoción de la vacuna antirrábica anual, la desparasitación preventiva y el mantenimiento de condiciones higiénicas en lugares destinados a mascotas, y la tercera es la cívica, instando a los propietarios a llevar a sus mascotas con correas en su circulación por espacios públicos.