Toledo acogerá en el mes de octubre los campeonatos de España y de Europa de memoria, un deporte que en los últimos años está sumando adeptos y que pretende convertir a la capital regional en una sede de referencia. El encargado de hacer realidad esta cita es el toledano Javier Moreno, quien quiere que este torneo sea «el mejor del año, solo después del Mundial».
No es la primera vez que hasta la ciudad llegan los grandes atletas de la memoria ya que -después del de Madrid de 2014- en 2015 y 2016 ya fue escenario del campeonato nacional.
Paralelamente al torneo, la apuesta de Javier pasa por organizar conferencias y talleres impartidos por expertos que aborden la memoria desde distintos puntos de vista (neurociencia, salud, educación, desarrollo personal, creatividad…)
Para contribuir a su financiación, está promoviendo este evento dentro de Semilla Soliss, el proyecto de la Fundación Soliss en el que, de forma trimestral y a través del voto de los internautas, se apoya a económicamente a iniciativas de tipo social, cultural o medioambiental.
Los aspirantes que llegados de diversos rincones del continente europeo vengan a Toledo tendrán que enfrentarse a un total de 10 pruebas en el que demostrar sus habilidades memorísticas. Así, en un tiempo de cinco minutos deberán memorizar el mayor número de decimales posibles. En una segunda prueba se les dará media hora para retener todos los decimales que puedan. También se enfrentarán, en el plazo de media hora, a números binarios (aquí los participantes pueden llegar a memorizar más de 4.300 binarios), así como a tres series de números pronunciados por un ordenador de los que tendrán que recordar los 100 primeros, los 300 primeros y los 400 primeros de cada una de las series.
Hay, además, dos ejercicios en los que se emplean cartas. En uno de ellos tienen un máximo de cinco minutos para memorizar una baraja y en el otro tienen media hora para recordar la mayor cantidad de barajas. Javier Moreno indica que en el Campeonato de España celebrado el año pasado en Toledo uno de los asistentes llegó a memorizar 16 barajas.
Relacionar caras y nombres y recordar listas de palabras, de imágenes y de fechas completan el decathlon mental de esta exigente competición.
El deporte de la memoria, que se inició hace 25 años con el primer Campeonato del Mundo, tiene aún mucho recorrido en países como España, donde de practica de manera amateur. En otros lugares del mundo, como en Asia (sobre todo en Mongolia, China y Filipinas) y recientemente en el norte de África, no ocurre así ya que hay mucha gente que lleva tiempo haciendo de él una actividad casi profesional a la que dedican ocho horas al día en el entrenamiento.
Javier Moreno, capaz de recordar los 1.002 primeros decimales del número Pi
Andaluz pero afincado en Toledo desde hace años, Javier Moreno fue el primer español hace tres años en competir internacionalmente en el deporte de la memoria. Sería él mismo quien en 2014 introdujese el deporte en España organizando el Primer Open Internacional de España. A éste le han seguido otras dos ediciones en 2015 y 2016 que tuvieron lugar en Toledo.
Asegura que siempre ha tenido muy buena memoria, pero nunca tanta como para participar en estos torneos, por lo que ha sido con mucho tesón y mucha dedicación cómo ha conseguido colocarse en el octavo lugar del ranking europeo y ser capaz de memorizar 1.002 decimales del número Pi.
Actualmente Javier Moreno, de 42 años, se dedica profesionalmente a impartir cursos y talleres de memoria para personas mayores, estudiantes y empresas. Considera que el entrenamiento de la memoria no solo permite batir récords o dejar sorprendido a más de uno, sino que es una actividad que, además, mejora sustancialmente la agilidad mental y desarrolla la creatividad. «Se ha estudiado que teniendo una buena reserva cognitiva los síntomas de enfermedades como el Alzheimer tardan más en aparecer», concluía.