Es la última gran atracción turística de la ciudad de Toledo. A sus ya estrechas calles, que llaman la atención a más de uno; sus museos, centros neurálgicos para turistas; sus iglesias, sus… A todo ello se suma la escultura del mítico ciclista Federico Martín Bahamontes que se inauguró el domingo 6 de mayo y que atrae a todo tipo de público. (Ver todas las imágenes del acto).
Situada en el Paseo del Miradero, en cuesta, como él mismo quiso que así fuera y así se lo comunicó a la alcaldesa de la capital regional, Milagros Tolón; su figura subida a una bicicleta, en posición de sufrimiento, donada por la Fundación Soliss, se ha convertido en el centro de atención de toledanos y visitantes, quienes se quieren inmortalizar junto a ella.
Bahamontes, el mejor escalador en la historia del ciclismo
Y es que, a sus 90 años, Bahamontes, catalogado como el mejor escalador en la historia del ciclismo, se ha convertido de nuevo en uno de los grandes reclamos de Toledo. El día de su homenaje no faltaron otros tres grandes del ciclismo español y mundial que ganaron un Tour de Francia, nada menos que Miguel Induráin, Pedro Delgado y Carlos Sastre. Ahí es nada.
Y ese mismo día el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ya dijo que sería un espacio donde mucha gente se haría una foto durante su visita a la capital regional.
Porque la escultura del valenciano Javier Molina, que hizo durante un año y medio, ya se ha convertido en un centro de atracción fotográfica.
El propio Pedro Delgado, durante el acto del 6 de mayo, recalcó que era difícil «entender Toledo sin este Federico, que además de gran ciclista es una magnífica persona porque ha ayudado mucho a la gente en el día a día».
Pues sí, casi 60 años después, Bahamontes ha vuelto a coronar su cima, esta vez en su tierra, y todos quieren hacerse una foto con él…