Son varias asociaciones vecinales de Toledo las que durante los meses de verano vienen denunciando durante años la problemática a la que se enfrentan por el elevado ruido procedente de varias terrazas, quejas que se han visto incrementadas por el aumento de horas permitidas en las que se celebran algunos conciertos en La Peraleda.
Pasado el verano y viendo que, pese a que el Ayuntamiento ha tomado alguna medida como la instalación de mamparas o el cambio de orientación de los escenarios de algunos conciertos, siguen viéndose afectados cada noche por el ruido, incluso el de de nuevas terrazas como la abierta este verano junto al Restaurante El Chuletero, algo que para el propio presidente de la Asociación de La Legua, Enrique Navarro, sigue siendo algo bastante «molesto» e incluso «grave» para los vecinos.
Por ello, esta asociación de la mano de otras como Valparaíso, San Pedro El Verde, Vistahermosa o la de Buenavista, buscarán alcanzar una estrategia común para elevar esta situación como «problema de ciudad» y buscar una solución de cara al próximo verano.
Vecinos de Toledo se quejan del «insoportable» ruido de una nueva terraza de verano
No descartan solicitar un peritaje a una empresa para medir el ruido
Para el presidente de la asociación de La Legua esta solución pasa por «aplicar la ley«, dado que esta es la que establece cuales son los límites de contaminación acústica: «Lo que hemos venido pidiendo es que se tomen medidas con los equipos de la Policía Local para ver si esos ruidos exceden lo establecido, y en el caso de que sea así, se apliquen las sanciones que existen en la legislación», ha explicado.
Sin embargo, los vecinos denuncian que estas acciones no se han llevado a cabo, por lo que insisten al Ayuntamiento que se tomen «medidas mucho más serias».
Navarro denuncia que no se puede entender que los particulares «sean perseguidos con razón» cuando exceden en ruido, y no ocurra lo mismo cuando son actividades organizadas por instituciones publicas: «No puede ser que la diversión de unos pocos sea a costa de los derechos de otros».
De esta manera, Enrique confía en que el Ayuntamiento tome las medidas necesarias para resolver este problema, pero en el caso de que esto no se produjera, no descartan solicitar un peritaje a una empresa certificada que pueda hacer el proceso de medición de ruido. Además, apunta que si los ruidos fueran continuados, tomarían medidas de «carácter judicial» como una «suspensión cautelar de la fuente de ruido».
Aún así, se muestra confiado en no tener que llegar a ello porque considera que el Ayuntamiento «tiene en sus manos resolver con relativa facilidad» este problema, haciendo referencia a una reducción de ruido en la terrazas: «Que sea la Policía Local la que tome las mediciones y controle la contaminación acústica de la ciudad, es una obligación que tienen que cumplir».
Hasta ahora, estas asociaciones han ido denunciado esta situación manera individual, pero consideran que «la unión, hace la fuerza» y por ello, tratarán este problema en reuniones para poder «elevarlo como un problema de ciudad».