El administrador apostólico de Toledo, Braulio Rodríguez, ha expresado que le parece «equivocado pensar que la igualdad entre hombre y mujer consiste únicamente en desplegar la ideología de género y cuanto de esa ideología surge». «Esa no es la solución», asegura que el ha sido durante más de una década el arzobispo de Toledo.
Según indica en su escrito semanal titulado «Ideología de género», ha citado a «una dirigente del Gobierno de la Junta de Comunidades» y la idea de que «el próximo curso 2020-2021 se implantará la asignatura ‘Igualdad’ en las aulas de esta Autonomía, porque era la forma de luchar contra la violencia de género», aunque de momento se desconoce si el año que viene habrá una asignatura a enseñar en todas las aulas. Lo que sí se conoce es que este año se imparte en 60 centros la asignatura «Igualdad, Tolerancia y Diversidad».
«Cierto, en cursos anteriores se había implantado en algunos colegios e institutos (no tantos) de forma experimental y a petición propia. No sabemos cuál ha sido la evaluación de esa experiencia en Castilla-La Mancha. Creo que no se ha compartido dicha experiencia de nueva asignatura por los colegios e institutos que no la pidieron, con un evidente rechazo de la escuela concertada, de la Iglesia o de otras instituciones», ha manifestado.
Bajo su punto de vista, la pregunta es si «es solución para conseguir la igualdad aplicar a tope la ideología de género». «No, en absoluto. ¿Por qué, pues, los partidos políticos, salvo alguna excepción hablan de género, de ideología de género como solución única a todos los problemas de desigualdad entre mujer y hombre?».
«Es curioso, partidos de la izquierda clásica, los de inspiración neomarxista; algunos partidos de derecha, centro derecha y otros centros imponen o mantienen todo tipo de ideología de género en algunas autonomías con leyes concretas en enseñanza y sanidad», manifiesta.
«¿Por qué esa solución no conseguirá la igualdad entre los sexos?», se pregunta, para responder que porque no aceptan que el ser humano es mujer y hombre. «Por eso rechazan el sexo y recurren al género, de manera que, según esta extendidísima teoría o ideología, no hay diferencia de sexo. La división en sexo masculino y femenino, afirman los partidarios de esta ideología es meramente cultural, una construcción interesada y que no responde a la realidad, porque ellos afirman que cada uno puede escoger un sexo en el género que deseé».
Es por ello por lo que dice que los partidos neomarxistas, por ejemplo, han «mutado» de la lucha de clases en favor del proletariado, a la lucha de género, siendo la mujer el nuevo proletariado. «¿Y no ven que, aunque se luche denodadamente por la igualdad esencial entre mujer y hombre siguen existiendo diferencias normales entre mujer y varón? No lo ven, o no lo quieren ver».
«En su horizonte no existe complementariedad entre mujer y hombre. Tampoco ven que en esa lucha porque se alcance la verdadera dignidad de la mujer (y del hombre) deben cooperar ambos sexos», ha subrayado.
«He aquí una especie de misterio inexplicable en aquellos que sólo ven género y no sexo. ¿Cómo habrá familia, pues? Pues así estamos. Sin embargo, hay que seguir luchando con todas nuestras fuerzas para rechazar y anular toda discriminación de la mujer, y el machismo y la violencia doméstica contra la mujer. Ahí estamos y queremos seguir este propósito», ha concluido.