La ubicación del próximo cuartel de la Guardia Civil en Toledo ha cambiado: de apostar por los terrenos de La Peraleda a llegar a un acuerdo para instalarlo en dos parcelas del Polígono de Santa María de Benquerencia. Sobre este cambio de ubicación, comandado por el Ayuntamiento de Toledo, el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, ha expresado sus dudas y ha afirmado que supondrá «un nuevo retraso», además de asegurar que ni la Delegación, ni la Dirección de la Guardia Civil han recibido notificación oficial de este cambio de lugar.
Ante estas palabras, la vicealcaldesa de Toledo, Inés Cañizares, no ha dudado en salir al paso para criticar las palabras del delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, al que le achaca lo que considera que es «hacer política con un asunto municipal». Cañizares reprocha a Tierraseca que, «si no quiere que haya un nuevo cuartel de la Guardia en Toledo, que lo diga claramente».
A su vez, la vicealcaldesa toledana ha arremetido contra la exalcaldesa toledana, Milagros Tolón, porque afirma que «todos sobamos que los terrenos de La Peraleda son técnicamente inviables y dañan el cono visual de la ciudad Patrimonio de la Humanidad». El anterior equipo de Gobierno firmó un acuerdo con la Guardia Civil para que La Peraleda fuera el espacio destinado al instituto armado, cosa que ahora se ha descartado con un nuevo acuerdo entre Ayuntamiento y Junta para llevarlo al Polígono.
Aún así, Cañizares ha reconocido que al Ayuntamiento le hubiera gustado que el cuartel se quedase en Palomarejos, pero que la «falta de espacios y la celeridad» que exige la Guardia Civil han provocado este cambio casi de última hora.