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viernes, 22 de noviembre de 2024
Asun Díaz y Carmelo Angulo colaboraron en UNICEF.
Artículo de opinión - 15 febrero 2023 - Toledo

Es importante la primera impresión que se tiene de una persona. Cuando conocí a Carmelo, percibí en él los vértices de su personalidad. Todos interesantes. Todos válidos: el personal, el social y el profesional.

Presidente de Unicef y embajador en la ONU, México, Argentina…

En el primero, afable, cariñoso, educado y leal; en lo social, enormemente  comprometido con las circunstancias y la época que le ha tocado vivir, como lo avalan los múltiples artículos que se han escrito estos días en todos los países en los que trabajó por los demás. En lo profesional, aunque lo reconocen muchos premios y galardones otorgados por las naciones en las que fue embajador, he tenido la suerte también de conocerle en este plano y le calificaría de emprendedor, tenaz e intachable.


Junto al Papa Francisco

Embajador de España en países como México, Argentina, Bolivia o Colombia, también lo fue de ONU en  Iberoamérica; presidente de UNICEF Comité Español, vicepresidente de la Fundación  Francisco Luzón, presidente de la Sección Iberoamericana del Ateneo de Madrid, participó y fue figura crucial para conseguir mesa de diálogo durante el «Corralito», junto al hoy Papa Francisco, que ha transmitido a su familia sus oraciones por él.   Y sin embargo, nunca le vi presuntuoso, sino humilde y discreto.

Compartí preciosos momentos con él y también algunas aficiones. Otras, como andar juntos, no fueron posible por una clara diferencia de longitud de piernas que nos obligaba, a él a ir a paso de tortuga o a mí a correr.

Cada encuentro con él fue tranquilo y sosegado a pesar de que se produjera en un ambiente crispado, como nos sucedió en varias ocasiones; y, en cada uno de ellos, me sentí siempre muy bien acompañada.

Cuando eligió Toledo para vivir…

Adoraba a sus hijos y ellos (tres chicas y un chico) le han devuelto con creces ese amor cuidándolo y mimándolo en estos últimos meses complicados de enfermedad, habiéndose desplazado para ello hasta Madrid, desde diferentes lugares del mundo.

Muchos diplomáticos pierden sus raíces pero él fue creando  un sistema radicular extensísimo por allá por donde pasó del que pudimos ver frutos el día de su homenaje. En sus últimos años, eligió Toledo para vivir, de lo que me siento cariñosamente culpable, y aquí intentó hacer grandes cosas, pero no hubo grandes personas que le secundaran.

He querido escribir este pequeño recuerdo  desde el día que nos dejó, pero por alguna razón que desconozco y haciendo un alegato a Serrat, las musas han pasado  de mí.

El pasado día 24 de enero UNICEF, el Ateneo de Madrid y la Fundación Francisco Luzón le rindieron un reconocimiento «in memoriam» en el que nos reunieron a muchos de sus amigos, colegas y familiares. El lema de ese acto define perfectamente al hombre que conocí y  cuya amistad tanto aprecié: «Una vida por la paz y la solidaridad«.

Adiós amigo Carmelo. Espero verte de nuevo y disfrutar de tu magnífica compañía , cuando Dios quiera.

Asun Díaz, expresidenta de UNICEF Castilla-La Mancha, profesora de la UCLM y amiga de Carmelo Angulo.

Asun Díaz y Carmelo Angulo.

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