Un día más, el CD Toledo acabó trastornado en su intento de desquebrajar la puerta rival. Lo intentó, pero intimidó lo justo al guardameta visitante. El conjunto verdiblanco, se vio cara a cara ante otro de los gallitos de la categoría, un Yugo Socuéllamos algo desconectado en los últimos metros en su visita a la capital castellanomanchega.
El fútbol está lleno de caminos divergentes. De bien saber es que una simple victoria es capaz de cambiar las tornas al completo y, un tropiezo, levantar ampollas a montones. Gajes del oficio. Clave fue para el Toledo despertarse de la pesadilla que le venía acompañando desde que saltó en escena el 2024. Lo hizo ante el todopoderoso Puertollano en un acto de fe, así que Rubén Gala, para enfrentarse al Socuéllamos, no movió en abundancia sus once en liza.
El calendario ya vira hacia los meses estivales. Mirando los puestos cabeceros de la tabla… todos tienen objetivos impregnados en la camiseta. De ese grueso importante no se libra el ‘Socu’ (ya con 100 años de vida), tampoco el CD Toledo, dos clubes con un libreto de historia para dar y tomar, y de los que siempre se espera que den la talla.
Pronto se detectó la relevancia del partido, así que ninguno salió con la venda en los ojos. Del mismo modo que hace tan solo unos días la afición verde recibió a los suyos entre abucheos, esta vez mutaron los pitos por aplausos para alentar en otra finalísima. Es lo que tiene sumar de tres.
Sin ser su posición por excelencia, Angelito volvió a ocupar el lateral derecho. Cuenta con la confianza del entrenador y en el primer balón que le cayó a los pies puso en compromiso a Anaba, que a punto estuvo de convertir su despeje en gol a favor por lado toledano.
El Socuéllamos jugó al fallo del rival y, al mismo tiempo, el cuadro local explotó sendas bandas con el fin de encontrar rematador al sin fin de centros laterales. Rodri y Abraham, al menos, sí dibujaron un par de testarazos hacia la guarida de un Bernabé que vivía en plena zona de confort. A partir de ahí, el duelo se redujo a una maraña de faltas, parones y polémica (donde al Toledo no le señalaron un penalti a favor dentro del área) que siguió hasta el pitido final del primer acto.
Igual que la tarde, el partido estaba siendo frío, insulso. Con poco que poder llevarse a la boca. Aunque el CD Toledo tuviera controlada la pelota, Iván Hujo y Monroy protagonizaron un contragolpe de categoría en el que probaron a Yelco hasta en dos ocasiones, en las dos sacó el meta madrileño sus uñas.
Poco a poco, el Salto del Caballo iba entrando en nerviosismo. Básicamente, porque al Toledo el empate no le valía y, al foráneo, sí. Ante ese panorama, Abraham pecó de impaciente a la hora de la presión tras pérdida y vio la cartulina roja por una dura entrada sobre el zaguero amarillo. Dudosa para gran parte del personal, pero no así para el colegiado.
El encuentro pedía algo más de chispa, y si hay alguien capaz para ello dentro de la plantilla de Rubén Gala es Unax, que entró al ruedo mediada la segunda parte. Lo intentó mediante el desequilibrio, su arte por excelencia. Aun así, no tradujo sus oportunidades -tibias- en gol y el CD Toledo, por ende, acabó desquiciado. Otro empate a la cesta que no genera buenos síntomas para el equipo de la Ciudad Imperial.
Ficha del partido
CD Toledo: Yelco, Marcos González, Iván González, Kupen, Angelito, Rodri, Martín Pérez (Theo, minuto 73), Piochi (Unax, minuto 68), Abraham, Chupi (Ramón, minuto 86) y Gavilán (Gabri, minuto 68).
Yugo UD Socuéllamos: Bernabé, Juanan, Escobar, Briega (Octa, minuto 77), Rodri, Monroy, Iván Hujo, José Lara, Samu, Kike (Siles, minuto 77) y Anaba.
Tarjetas: Chupi (amarilla, 21’), Martín Pérez (amarilla, 29’), Juanan (amarilla, 40’), José Lara (amarilla, 57’), Abraham (roja, 66’) y Marcos González (amarilla, 89’).
Mario Peñalver