Varios cientos de personas han asistido este sábado a la misa funeral por el papa Benedicto XVI que se ha celebrado en la catedral de Toledo, presidida por el arzobispo de Toledo y primado de España, Francisco Cerro Chaves.
La misa de difuntos ha sido concelebrada por el obispo auxiliar de Toledo y secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), César García Magán, por el arzobispo emérito de Toledo Braulio Rodríguez y por un centenar de vicarios, provicarios, miembros del cabildo catedralicio, presbíteros y sacerdotes.
También han asistido a la eucaristía representantes institucionales de administraciones, de la judicatura, del Ejército y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, entre ellos la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, o el presidente del Partido Popular de Castilla-La Mancha, Paco Núñez.
En la homilía que ha dirigido a los asistentes al funeral oficiado la catedral primada, el arzobispo de Toledo ha destacado la calidad humana del papa Benedicto XVI, con el que estuvo varias veces y fue quien lo eligió para ser obispo de Coria-Cáceres, al que ha definido como una persona muy cercana, ante cuya presencia se sentía «que estaba de corazón, que no estaba de paso».
Asimismo, Del Cerro ha hecho hincapié en tres aspectos que a su juicio definían al sumo pontífice fallecido, el primero de ellos que era «el hombre de la profunda teología arrodillada», que unió «como nadie» caridad y verdad, porque todo lo que dijo lo había experimentado y lo había pasado «por el tamiz de su profunda oración», ha apuntado arzobispo primado.
«Unió de una manera dos cosas que no son fáciles de unir, la fe con una vida, con una coherencia profunda», ha añadido el prelado.
El segundo aspecto al que se ha referido Del Cerro es que fue «el papa de las virtudes teologales», como se refleja en el hecho de que sus tres grandes encíclicas (aunque la tercera fue firmada por el actual papa Francisco) estuvieron dedicadas a la fe, a la esperanza y a la caridad.
Y el tercero de estos aspectos destacados es que también fue «el papa de los pobres», ha recalcado el arzobispo de Toledo, que ha añadido «por eso se entendió tan bien con el papa Francisco».
«Era un hombre cercano al pueblo, sencillo y de los pobres», ha dicho Del Cerro, que ha concluido: «No se puede evangelizar si no vivimos al servicio de los más pobres».