El fundador de la ONG ‘Socorro de Los Pobres‘, Cipriano González, ha hecho un llamamiento generalizado a hacer donaciones porque «nos hacen falta muchos alimentos» para que no peligre el reparto, cada miércoles, toda vez que «cada día hay gente más pobre».
Cipriano, el amigo de los pobres, se queda sin alimentos para los más necesitados
Cipriano, a sus 85 años reza para que no «peligre» la nueva entrega de alimentos, el próximo miércoles. «El reparto va bien, fenomenal, porque hay alimentos, y lo malo es que nos falten» para atender a las cerca de 200 personas que se citan a las puertas de la sede de su ONG, en la Bajada de San Martín, en cada jornada solidaria.
«Las empresas se están volcando»
Reconoce que hay mayor solidaridad -«la gente es maravillosa, sinceramente», ensalza Cipriano-, quien se acuerda de la incontestable ayuda de empresas: «Se están volcando, porque si no fuera así sería imposible poder soportarlo. Son maravillosas», y humildemente reclama, al tiempo, más ayuda material.
«Vienen a veces camiones, que los pagan gente particular y los traen aquí», añade, para atajar que «aquí no hay un duro, ni lo va a haber, pero sí alimentos», y en especial aquellos que «alimenten» y relata, de corrido, aceite, azúcar, arroz, macarrones, leche, judías, garbanzos.
Cipriano asegura que «cada vez hay más pobres». Foto: Rebeca Arango.
«De toda clase, pero que realmente alimenten, para cocinar unas buenas judías, lentejas, un buen cocido», se le enciende la solidaridad, y se acuerda de los más pequeños y la entrega de «cola-cao, galletas, dulces».
«La gente tiene que trabajar y ganar el pan para sus hijos»
Cipriano asume que «desgraciadamente» cada vez «hay más pobres» y hace una reflexión apasionada, encendida, de dar oportunidades a todos: «Una persona no puede estar sin empleo, la gente tiene que trabajar y ganar el pan para sus hijos, ni más ni menos, y no hay otra razón que esa».
«Por Dios, la gente tiene que trabajar y ganar el panecito y tener su pisito. No se pide la luna, sino trabajo para poder comer y vivir», incide apasionadamente, para reconocer, al tiempo, que su organización ha notado la huelga del transporte y «el lío que hay».
Algo que compara con «una cuerda que se va haciendo un nudo tras otro y otro» para lo que reclama que «alguien rompa esa cuerda y a trabajar todo el mundo, dar a cada uno lo que sea. No puede ser que mover un camión cueste dinero, pero tampoco que la gente pueda quedarse sin comer», justifica.
«Cada vez son más las personas que necesitan venir a vernos»
Cipriano también tiene palabras sentidas, de reconocimiento total, a los colaboradores y voluntarios de su ONG, que suman cada vez más efectivos, caso de Reyes Calvo, a la que alaba con «un ángel, una trabajadora como la gloria».
Reyes reconoce que «llevamos un mes notando que cada vez son más las personas que, por desgracia, necesitan venir a visitarnos» y en ese aumento incide en los ucranianos a raíz del conflicto bélico: «Ya había gente de Ucrania que venía por necesidad pero, ahora, han recibido a familiares, a gente que han podido traer a sus casas y están más necesitados», observa Reyes.
Fila de demandantes de ayuda en la ONG. Foto: Rebeca Arango.
«Donde antes había dos personas, por ejemplo, ahora son 20 en una casa», destaca la voluntaria que, en coincidencia con el ‘alma mater’ de la ONG hace una petición de socorro para que empresas, particulares, donen alimentos. «Todos notamos la subida de la luz, el gas, el agua, y la gente que de por sí ya está un poquito ahogada ya ha terminado por ahogarse», lamenta.
«Detrás de cada bolsa hay un pequeño drama»
Reyes Calvo se congratula por haber «salvado» el reparto de este miércoles, que ha atribuido al generoso comportamiento de empresas y, también particulares, «gente anónima que aporta su granito de arena, ya que entre todos, un poquito de cada uno, hace mucho», pero se interroga por el siguiente miércoles
«No sabemos qué va a pasar con el reparto del miércoles que viene, estamos en la misma situación y, por eso, ahora mismo estamos viviendo día a día», asume. «Todos los días estamos dando vueltas a la cabeza de cómo podemos seguir recolectando alimentos», añade Calvo, que vuelve a pedir solidaridad porque para la ONG todos los apoyos «para nosotros es todo un mundo y es para ellos, como yo digo, para los que esperan».
Reparto de 200 bolsas
Y en esa petición no se olvida que «todos los miércoles, en reparto de 9:30 a 11:00 horas, entregamos una 200 bolsas, que son muchas, y detrás de cada una hay un pequeño drama y lo que intentamos es aportar un granito de arena».
«Si quieren donar lo puede hacer» en cualquier momento y hora porque «tenemos disponibilidad absoluta, las 24 horas de cada día», refleja. «Para nosotros los alimentos lo son todo y siempre estamos buscando cómo poder venir, y si no es uno es otro voluntario. Nos acoplamos a los horarios en los que la gente quiere hace una donación», concluye sobre el compromiso absoluto de todos los integrantes de la organización.