La Comisión Europea y Mercosur (Mercado Común del Sur) han firmado un acuerdo comercial que afectará tanto al sector primario español como a la industria agroalimentaria.
El texto del acuerdo recoge plazos como los de la importación libre de aranceles en cinco años de un contingente de 180.000 toneladas de aves de corral, también hay otra entrada gradual de cinco años para las concesiones al etanol y al arroz del Mercosur.
En cuanto a los productos que exporta la UE, la apertura afecta al vino, a las bebidas, al aceite de oliva, al chocolate y los lácteos. Desde el sector español manejan plazos que se pueden alargar diez años.
Por parte de la UE, el Consejo de Ministros necesita 15 Gobiernos a favor que representen un 65 % de la población comunitaria para ratificar el acuerdo.
Francia lidera las naciones contrarias y, según fuentes del sector, también hay reticencias en Italia, Irlanda, Bélgica, Holanda, Austria y Polonia. España y Alemania están entre los partidarios de que salga adelante. También debe ratificarlo el Parlamento Europeo. Si al determinar la estructura legal del acuerdo el pilar comercial debe recibir el visto bueno de los parlamentos nacionales de los 27 se extendería la posibilidad de vetos.
Castilla-La Mancha
En Castilla-La Mancha, al igual que en el resto de regiones, la pregunta que todo el sector se hace es cómo afectará a las producciones este acuerdo con países como Argentina, Brasil, Paraguay o Uruguay.
Desde Cooperativas Agro-alimentarias, su presidente, Ángel Villafranca, afirma que “hay que dar tiempo al acuerdo para saber cuánto va afectar”, máxime en una situación geopolítica actual complicada, con, por ejemplo, aranceles altos para exportar productos españoles, como vino, a Rusia. Añade que habrá que ver las consecuencias de la etapa Trump en Estados Unidos.
Destaca que España y Castilla-La Mancha son potencia en agroalimentación, principalmente en frutas, hortalizas, vino o aceite de oliva y “tenemos que tener mercados abiertos”.
Villafranca indica que “de todas formas, hay que esperar a la revisión jurídica del acuerdo para ver si lo van a ratificar todos los países miembros, por lo que para que entre en vigor faltan cuatro o cinco años”.
Respecto a productos, señala que para el aceite o el vino podría ser positivo, al eliminarse aranceles, mientras que para vacuno de carne, soja o cereales puede tener consecuencias negativas.
El presidente de Cooperativas destaca que se trata de un mercado de más de 750 millones de personas, muy interesante para el sector primario español.
ASAJA Castilla-La Mancha
Desde ASAJA Castilla-La Mancha, su vicepresidenta, Blanca Corroto, denuncia la “competencia desleal” que supone el acuerdo.
Corroto advierte que el sector ganadero de la provincia de Toledo sería uno de los principales perjudicados por la creación de una zona de libre mercado con los países de Mercosur. Por ello, afirma que la firma del tratado con Mercosur supone “un atentado contra el campo español”.
Manifiesta que “representa un claro ejemplo de la hipocresía tanto de Bruselas como del Gobierno de España” al imponer a los productores europeos unas exigencias medioambientales, de calidad, sanidad y bienestar animal “mientras que, después, negocian tratados comerciales con terceros países que prevén la importación de productos agrícolas y ganaderos que no cumplen esos estándares de calidad y seguridad alimentaria”.
La dirigente de ASAJA aclara que “no nos oponemos al comercio”, y remarca que la demanda de la organización tiene que ver con acuerdos equilibrados y sostenibles que protejan el medioambiente y no penalicen a los agricultores europeos.
Tanto en el caso de Mercosur, como en el resto de importaciones de terceros países, ASAJA exige la inclusión en cualquier acuerdo comercial de las cláusulas espejo para garantizar condiciones de competencia equitativas y prevenir el impacto negativo en los sectores sensibles.
UPA Castilla-La Mancha
Desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) de Castilla-La Mancha, su secretario general, Julián Morcillo, hacia balance esta semana sobre el año agrario.
Respecto a Mercosur afirma que su organización no está en contra de acuerdos “pero que lo que no van a permitir es que se hagan a costa del sector agrario o ganadero”.
Teme el impacto que estas importaciones 2que hacen competencia desleal porque no cumplen los mismos requisitos fitosanitarios que se nos exigen aquí” acaben perjudicando concretamente al sector de la apicultura, avicultura, cereales, arroz, maíz y porcino.
Morcilla indica que han trasladado su preocupación al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, “porque de momento no ha habido mucha comunicación y estamos elaborando un posible calendario de movilizaciones como respuesta”.
“Con Mercosur países como Argentina y Uruguay, que exportan miel mucho más barata, podrían convertir la situación de la apicultura, ya crítica, en algo mucho peor”, advierte el responsable de UPA.
Reconoce que Mercosur puede ser favorable a la exportación de productos como la oliva, el vino o el aceite, pero exigen medidas compensatorias para “que no se sacrifiquen otros sectores con el acuerdo”.