El Boletín Fitosanitario de Avisos e Informaciones de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha advierte en su último número sobre oidio, polilla del racimo y mildiu, plagas y enfermedades que pueden afectar al viñedo de la región.
Todas ellas se desarrollan especialmente en la época primaveral, sobre todo, tras ciclos lluviosos.
Oidio
El odio es una enfermedad endémica en la región. El periodo más sensible es el comprendido entre el inicio de floración y cerramiento del racimo, por lo que es importante vigilar y mantener protegida, si existe riesgo, la plantación durante este tiempo.
La temperatura, humedad e iluminación son condicionantes para su desarrollo. El factor que más influye es la temperatura, a partir de 15ºC comienza a ser favorable y entre 25-28ºC estaría su óptimo de desarrollo, se debe tener en cuenta que por encima de 35ºC se puede detener su evolución y, con más de 40ºC puede ser letal. Las lluvias también influyen, las fuertes pueden inhibirlo.
La estrategia para su control se basa en la prevención. Es imprescindible realizar un adecuado manejo de la vegetación realizando intervenciones de poda, deshojado y desnietado que faciliten la circulación de aire y entrada de luz, entre otras.
En Castilla-La Mancha hay variedades muy sensibles a esta enfermedad como Cencibel o Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Garnacha, Merlot, Macabeo o Chardonnay.
Polilla del racimo
En la dos últimas semanas se ha iniciado el vuelo de la primera generación de la polilla del racimo en algunos puntos de la región. Los daños de esta generación de polilla se observan en forma de glomérulos en los botones florales.
Generalmente, no es necesario el tratamiento de esta primera generación, a no ser que las parcelas tengan antecedentes graves de daños por este lepidóptero en las últimas campañas.
Es muy importante, para determinar el momento adecuado de tratamiento y poder controlar esta plaga, seguir la evolución del vuelo de adultos de cada generación, así como observaciones en campo para ver la evolución de las puestas y la eclosión de los huevos.
La realización del seguimiento de las curvas de vuelo de adultos de polilla puede realizarse con la colocación de dos trampas sexuales tipo Delta. Los conteos se realizan retirando con cuidado el número de adultos capturados. Este seguimiento puede realizarse por los propios viticultores.
Además de la protección química existen otros métodos de control para las poblaciones de polilla del racimo, como la confusión sexual. Esta técnica de control, no contaminante, puede reducir las poblaciones de y, en consecuencia, el número de aplicaciones o tratamientos por campaña de otros productos menos respetuosos con el medio ambiente.
Esta técnica de control consiste en la difusión de una feromona sintetizada durante el vuelo de los adultos en cantidad suficiente para saturar el ambiente, de forma que se “confunda” al macho y le dificulte la localización de la hembra y por tanto el acoplamiento.
Mildiu
Este hongo ataca a todos los órganos verdes de la vid, sobre todo, al principio del ciclo. Su desarrollo y propagación dependen de la pluviometría y la temperatura.
La estrategia de protección consiste en establecer el momento adecuado para el tratamiento, teniendo en cuenta la acción de los productos fitosanitarios a emplear, de tal forma que se impida o detenga la germinación de las zoosporas, es decir, la lucha puede ser preventiva y/o curativa según se utilicen productos de contacto, sistémicos o penetrantes.
Tratamientos contra el mildiu
Los productos sistémicos, penetrantes y de fijación a las ceras cuticulares tienen acción de parada o de stop, aunque su mejor comportamiento se obtiene utilizándolos preventivamente.
Esta acción de parada es útil en determinadas ocasiones, como, por ejemplo, en el caso de una tormenta que se haya producido sin estar tratado el viñedo y ha ocasionado una contaminación del hongo.
Con independencia del tipo de producto utilizado es de suma importancia mojar bien todos los órganos de la cepa, empleando maquinaria adecuada y la dosis recomendada en la etiqueta.