Ya en Nochebuena este toledano, vive en el barrio del Polígono, anunciaba que se encontraba «en la reserva, nunca pensé que iba a llegar hasta aquí». Entonces llevaba dos semanas sin comer como forma de protesta porque tanto él como sus compañeros, los 550 vigilantes del Metro de Madrid pertenecientes a la empresa Seguridad Integral Canaria, llevaban dos meses sin cobrar. Y la situación sigue igual… Pero Daniel Galán ha decidido abandonar su huelga de hambre por diferentes motivos que nos expone en el siguiente video que les mostramos íntegro y que ha sido grabado por él mismo.
Daniel, en conversación telefónica con encastillalamancha.es, nos ha contado que lleva «grabado a fuego el día que comencé la huelga, el 11 de diciembre. Y el 26 fue el último día, cuando el Samur tuvo que venir en dos ocasiones a atenderme porque tenía la tensión muy baja y ya hasta me costaba respirar».
«Al llevar tantos días sin comer nada sólido, solo líquidos y zumos, el organismo empieza a sufrir daños irreversibles que me podrían dejar secuelas graves. Yo lo asumí, pero tengo familiares y amigos realmente preocupados por mi estado de salud. Aunque yo me sienta bien mentalmente, físicamente tengo una merma considerable de energía bastante severa y que me incapacita para llevar una vida normal, con lo cual este es el principal motivo por lo que dejo esta reivindicación».
Daniel Galán invita a que alguien pueda tomar su relevo
Daniel, a pesar de todo, continúa en su lucha… «No por ello dejaré de asistir a las manifestaciones de protesta que se vayan realizando, pero ya como un reivindicador más. También invito a que si alguien quiere tomar mi relevo y tomar una medida tan drástica como una huelga de hambre, va a contar con mi apoyo y colaboración».
Porque, por desgracia, tiene claro que no se ha solucionado nada y que seguirán, al menos de momento, sin cobrar: «Lo dejo a sabiendas lamentablemente de que no hemos conseguido nuestro objetivo, que era simplemente cobrar nuestras nóminas. Pero de ello se pueden sacar varias lecturas, la principal es que hay que analizar lo que le importamos al sistema, ideado para que el currito se machaque a trabajar para enriquecer a la empresa y dar servicio al cliente, y cuando el trabajador no cobra tiene que asumir que debe hacerlo gratis porque si no le despiden».
Cree, como afirma en el video, que «cuando nos ponemos el uniforme no somos personas, sino obras facturadas. La empresa ni se ha puesto en contacto conmigo para preguntarme por mi situación. He recibido mucho interés mediático, no todo el que esperaba, pero finalizo esto satisfecho por la fuerza mediática que hemos podido hacer. He recibido muestras de cariño de toda España y de gente de países como México o Argentina».
«Hay compañeros que no han hecho nada y asumen de forma sumisa la nueva situación»
Por eso está un poco sorprendido, «por la gente ajena a nuestra profesión que se han solidarizado con esta causa mucho más que compañeros míos en la misma situación que han decidido no hacer nada al respecto y asumir de forma sumisa la nueva situación. Me sigue sorprendiendo la actitud de algunos compañeros que nos han perjudicado a los que luchamos también por su pan».
Tiene claro lo que hacía cuando comenzó su huelga de hambre, «inicié este pulso al sistema sabiendo que era una lucha desigual, pero espero que haya servido para remover conciencias. Quise dar un golpe en la mesa para no sentirme indigno, aun se puede llegar a tambalear los pedestales de algunos poderosos. Porque parece que a raíz de esto se hayan replanteado muchas situaciones implantadas en el sistema y parecían de lo más normal: tú no cobras, te callas y es lo que hay».
A pesar de que ha abandonado la huelga de hambre, él sigue en la lucha, «esto no ha acabado, hay que despertar de nuestro letargo, parece que estamos dormidos, compañeros, y si no estamos sometidos a la esclavitud del siglo XXI, trabajar gratis y que a nadie le importe, eso se acabó».
Daniel Galán sabe que el suplicio, como él lo llama, continuará mínimo hasta el próximo 31 de enero, que es cuando se abren las plicas para saber qué empresa se hacer cargo del servicio de seguridad del Metro de Madrid. «Llevamos ya tres meses sin cobrar y enero será el cuarto. Es un suplicio, y encima en fin de año me toca trabajar…».