Tres ayuntamientos de Castilla-La Mancha aparecen en el ránking que mide el gasto social por habitante en cada municipio de más de 20.000 habitantes de España. Dos de ellos, Toledo y Puertollano, están entre los «más pobres» en inversión en servicios sociales por habitante y el ayuntamiento de Alcázar de San Juan logra el calificativo de «Excelencia Social 2021».
Es decir, el informe de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales de España califica de «más pobres» a los ayuntamientos que gastan menos de 52,12 euros por habitante. La cifra, 52,21 euros, corresponde al 60% de la mediana de gasto, que son 86,86 euros por habitante. Los datos comparan los presupuestos de 2021 y el grado de ejecución de los de 2022.
Por otro lado, el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan ha recibido la calificación de «excelente» por aplicar un gasto de 142,96 euros por habitante en servicios sociales. Alcázar se encuentra dentro de las 52 localidades de España que más han invertido en gasto social, algo que la propia asociación define como «Excelencia Social».
Una de las preguntas que podrían estar encima de la mesa es si sería más habitual que un ayuntamiento con más nivel de paro invirtiese más en gasto social que otro con menos desempleo. Los datos desmienten esta idea. Si miramos a Alcázar, el ayuntamiento «excelente», tiene un dato de paro de 15,77% y en la otra cara de la moneda está Toledo, un ayuntamiento «pobre en servicios sociales» con una tasa de paro solo cuatro puntos por debajo de la de Alcázar, un 11,17%.
Cuatro variables y un «recado» a las comunidades autónomas
La Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales de España ha tomado los datos del Ministerio de Hacienda y Función Pública para elaborar este «mapa de los servicios sociales». Para ello, se ha basado en cuatro variables para determinar si cada uno de los ayuntamientos «cumple» con sus habitantes.
La primera variable que han tenido en cuanta ha sido la suficiencia económica, donde se ha medido haber acredito un gasto en «servicios sociales y promoción social» superior a 100 euros por habitantes en 2021. En segundo lugar, se encuentra el incremento del gasto, si el gasto ha aumentado en 2022 con respecto a 2022. También se mide «el esfuerzo inversor»: que el gasto social sea de al menos el 10% del presupuesto no financiero. Por último, el nivel de transparencia para acceder a los datos ha sido otra de las variables que se ha tenido en cuenta.
Además, la propia asociación de profesionales explica que la inversión social no es solo una tarea de los ayuntamientos, sino que las propias comunidades autónomas también han de sentirse responsables de estos resultados porque buena parte de la inversión local proviene de los fondos autonómicos.