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viernes, 22 de noviembre de 2024
Braulio Rodríguez, arzobispo de Toledo, comienza un tratamiento sistémico.
Braulio Rodríguez. Foto - Rebeca Arango
Braulio Rodríguez, dispuesto a reunirse con él o con Page - 26 enero 2018 - Toledo

El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ha recalcado hoy durante una comida que ha compartido con los medios de comunicación de la capital regional que el portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Nacho Hernando «dijo cosas que no son muy felices, pero las respeto».

Se refería Rodríguez a las palabras que Hernando dijo hace tres días sobre el futuro de los conventos de Toledo una vez puesta sobre la mesa la tendencia a desaparecer por la falta de vocaciones, y sobre las que el portavoz del Ejecutivo regional señaló que es un problema «que tiene dos dimensiones, una primera sobre la titularidad, que obliga a ciertos derechos y responsabilidades por parte de la Iglesia; y una segunda dimensión que es el valor patrimonial de los edificios, algo que es propiedad de los españoles».


El arzobispo de Toledo: «No me importa hablar con Hernando, con Page o con quien sea»

El arzobispo le ha contestado señalando que «decir que este problema tiene dos dimensiones… Sobre la titularidad, que obliga a ciertos derechos y responsabilidades por parte de la Iglesia, no hace falta que nos lo recuerde. Y sobre el valor patrimonial de los edificios, que son de los españoles… Pero hombre, estamos todavía con este tema, estamos en otra dimensión».

El propio Hernando abogó también por implicar al Estado, en concreto al Ministerio de Cultura, con respecto al valor patrimonial, «y si la Iglesia tiene a bien contactar con el Gobierno (de Castilla-La Mancha) para hablar de este tema, será atendida».

La respuesta del arzobispo ha sido la siguiente: «Y si el Gobierno tiene a bien contactar con el arzobispo, alguna vez le he dicho que no… Imagino que Nacho me llamará». Minutos más tarde lo ha reiterado: «No me importa hablar con Nacho Hernando, con Page o con quien sea».

La semana pasada el profesor José Carlos Vizuete ofreció una conferencia en la que intentaba buscar una respuesta a la pregunta: ¿Pueden desaparecer los conventos en Toledo?, ante la paulatina pérdida de religiosas y hermandades en la ciudad.

«En los conventos hay mujeres que tienen sus derechos, que son personas humanas»

Rodríguez ha dicho que «salvo el profesor Vizuete, que lo explicó muy bien, no se tienen en cuenta muchas dimensiones en este problema que es muy complejo». Por ejemplo, en el tema de la propiedad «nosotros cumplimos las leyes del patrimonio, hay mujeres dentro que tienen sus derechos, que son personas humanas, que están en una situación difícil porque no hay nuevas vocaciones. ¿Estos edificios serían lo mismo sin que hubiera monjas de clausura dentro? Yo creo que cambiarían mucho, serían edificios muy hermosos, pero estoy luchando por el conjunto. Conozco Brujas (Bélgica), por ejemplo, una ciudad preciosa, pero sin alma».

Para significar que él, el arzobispo, «no soy el dueño de esos monasterios, tienen Órdenes y vamos viendo cómo se puede arreglar el tema de una forma adecuada, pero no es tan fácil. Desde que llegué a Toledo, hace nueve años, vi la cantidad de monasterios que había, 14… Eso es un lío, vamos, que quiero decir que no va a haber vocaciones si no se hace algo. Porque no estamos mal de vocaciones para el sacerdocio, pero para la vida contemplativa es más difícil. Y creo que es un error conservar los monasterios solo desde el punto de vista patrimonial».

«Si empezamos a decir que esto es de todos los españoles… Eso es salir del paso»

Por ello ha querido destacar que «las hermanas son las propietarias y están en su casa. Por lo que si existe el derecho de propiedad, que existe, es un trato injusto para las hermanas. Si empezamos a decir que esto es de todos los españoles… Eso es salir del paso».

Respecto al cierre de conventos, que ya ha ocurrido con los de Santa Úrsula y Santa Clara, «ojalá no se cierren más, pero no tengo yo en mis manos todas las soluciones. No es solución absoluta traer hermanas de Kenia, la India o de Latinoamérica. Pero cada monasterio es autónomo y ellas son las que toman las decisiones cada día, aunque no hemos estado ajenos cuando han estado desapareciendo las hermanas de Santa Úrsula».

Y sobre la solución de «abrir un monasterio y que se pague una entrada por verlo… Entonces no sería un monasterio. Ya la solución de San Vicente (abrir un local de copas y conciertos, el Círculo del Arte) fue fatal, y la de San Sebastián chirría un poco…».

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