«Es noche de paz y amor, pese a tantos dolores y sufrimientos. Noche de amor, pero del amor de Dios manifestado en Jesucristo, es él quien nos ha revelado ese amor de Dios Padre y su misericordia». Son palabras del arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, en su mensaje de Navidad de 2018.
Porque, recalca, «la novedad del cristianismo es precisamente su manera de entender el amor: ocuparse del otro y preocuparse por el otro. Un amor totalmente desinteresado e incondicional. Un amor de donación, que sigue amando incluso cuando no es correspondido. Incluye también el amor hacia nosotros mismos, pero igualmente hacia quien no es valioso, el pobre, el que no tiene nada con qué pagarte, e incluso el amor a los enemigos».
El arzobispo de Toledo y la Navidad…
«Seguimos necesitando de Cristo y de su amor. No dudemos del amor de Dios. Algo especial tenemos los humanos cuando Dios no ha dejado nunca de querernos. Por eso es importante que nos amemos entre nosotros, que nos queramos como hermanos, vecinos, cercanos o lejanos. Y que nos aceptemos por encima de intereses, ideas, controversias, partidismos, adversarios en tantos campos de nuestras batallas. Que tengamos en cuenta a los que sufrirán más por estar solos, o por haber tenido que dejar su país por no tener futuro o porque gobernantes ineptos y corruptos han hecho la vida imposible para tantos hermanos en África, Asia y en América (sobre todo en Venezuela y Nicaragua)».
Por último, su mensaje de Navidad termina así…
«Mi oración para todos ustedes, los niños, los jóvenes y adultos, los mayores que están o se sienten solos, o los que apenas tienen ilusión. Quiere el Señor bendecirnos en esta noche con el nuevo Nacimiento de su Hijo. La Virgen Madre nos reúna en el amor de Dios. ¡Feliz Navidad!».