El pleno ordinario celebrado hoy en el Ayuntamiento de Toledo ha aprobado por unanimidad una moción presentada por el Grupo municipal socialista en defensa de los inmigrantes, refugiados, así como niños, niñas y adolescentes no acompañados, informó el Consistorio.
Solidaridad del Ayuntamiento de Toledo
Con los votos a favor del PP, PSOE e IU-Podemos y el voto en contra del Grupo municipal Vox, ha salido adelante esta propuesta en la que se solicita al Ayuntamiento de Toledo que muestre su solidaridad con las Comunidades Autónomas y las Ciudades Autónomas receptoras de menores no acompañados y con los niños y niñas que abandonan sus países de origen obligados por la pobreza y la falta de oportunidades.
Los grupos además instan a un verdadero pacto de Estado entre partidos políticos, comunidades autónomas y ayuntamientos para ejercer con unidad la solidaridad ante este reto humanitario. Y que el alcalde de Toledo, como máximo representante de la ciudad, se comprometa a liderar estas iniciativas y a «seguir poniendo a Toledo como referente de solidaridad, convivencia pacífica e inclusión».
Lectura de un manifiesto por Afanion
Pleno que comenzaba con la lectura de un manifiesto por parte de la presidenta de la asociación Afanion Yolanda Fernández en el que han resaltado la importancia de contar con Unidades de Cuidados Paliativos Pediátricos: «Son cuidados que acarician el alma y el corazón”, dijo.
Yolanda Fernández, presidenta de Afanion, pidió Unidades de Cuidados Paliativos Pediátricos.
En este sentido ha señalado que «las familias de los niños y niñas que necesitan estos cuidados tienen el derecho de decidir dónde sus hijos terminan la enfermedad», por lo que solicitan la puesta en marcha e implementación de la atención de Cuidados Paliativos Pediátricos en la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha y para ello, necesitan que esas unidades estén presupuestadas y dotadas de personal.
Un sistema que capacite a las familias
Reclaman, también, un sistema que capacite a las familias a cuidar de estos pequeños con enfermedades que no se pueden curar, haciendo especial mención a la necesidad de un servicio domiciliario, centrado en el seguimiento de la persona por un equipo multidisciplinar, y que pueda ofrecer una atención totalmente personalizada, constante y en el domicilio al menor.
En resumen, vivir lo mejor posible en el lugar que sea bueno para el menor y su entorno, y si puede ser, “mejor en casa pero con los cuidados que tendría en un hospital”.