Han pasado casi 78 años desde que sucedió lo que les vamos a contar. En concreto, el 20 de diciembre de 1939, «Año de la Victoria» para más señas. La carta que encastillalamancha.es les muestra es inédita y la historia tiene su aquel. Una historia de la Guerra Civil, tan lejos pero tan cerca, con protagonistas toledanos, una misiva de por medio y un grito pidiendo auxilio para conmutar la pena de muerte de quien fuera alcalde de la capital regional, en una primera etapa, desde diciembre de 1932 hasta octubre de 1934, Guillermo Perezagua, elegido por el Partido Izquierda Republicana, de Manuel Azaña. Luego volvería a ser alcalde desde febrero de 1936 hasta que las tropas de Franco entraron en Toledo y disolvieron el ayuntamiento. La autora de la carta, quien pedía clemencia para Perezagua, fue su esposa, Benita Tolón, tía abuela de la actual alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón. O, lo que es lo mismo, Benita era hermana del abuelo paterno de Milagros, Julio Tolón.
El destinatario de la carta era Germán Erausquín, uno de los amigos que Guillermo tenía en la ciudad americana de Toledo, en Ohio, localidad que ser hermanó con la Toledo española precisamente durante el mandato como alcalde de Perezagua.
Guillermo Perezagua, un «rojo» que protegió la Custodia de Arfe y el Tesoro de la Catedral
Pero regresemos a nuestra Toledo, al comienzo de la Guerra Civil…
En 1936, justo al inicio del conflicto bélico, Perezagua se encargó de proteger, aunque fuera un «rojo», tanto la Custodia de Arfe como el Tesoro de la Catedral para que no fueran ultrajadas, robadas ni destruidas. En ello estaban cuando en la capital regional entraron las tropas sublevadas del general Franco, por lo que Perezagua tuvo que salir de la ciudad e instalarse en Villacañas, donde el Gobierno de la República le designó como gobernador civil de la provincia de Toledo.
Tres años después y finalizada la guerra, en 1939, regresó a Toledo porque tenía la conciencia tranquila al no haber cometido ningún delito de sangre, aunque hubo otros que no lo vieron así. El ánimo de venganza y la represión que se llevó a cabo hacia los vencidos provocó que fuera detenido y sometido a un juicio sumarísimo, en el que fue condenado a muerte que, después de muchas apelaciones, le fue conmutada por 20 años de cárcel al demostrar que, efectivamente, fue él quien ordenó proteger el Tesoro de la Catedral. Lo que a la postre le salvó la vida.
[ze_summary text=»En Madrid, tras vivir prácticamente en la indigencia, enfermó y murió. Solo entonces volvió a Toledo, ciudad de la que había sido alcalde, pero metido en un féretro…»]En Madrid, tras vivir prácticamente en la indigencia, enfermó y murió. Solo entonces volvió a Toledo, ciudad de la que había sido alcalde, pero metido en un féretro…[/ze_summary]
Al final, tras un largo período y gracias a la intermediación de los «toledanos americanos» tras la petición de su esposa, le concedieron la libertad provisional, pero fue enviado al destierro, por lo que se tuvo que ir con su familia a malvivir a Madrid. No le dejaron regresar a Toledo ni siquiera para la boda de los padres de la actual alcaldesa de la capital regional. Pocos años después, cuando prácticamente vivía en la indigencia, enfermó y murió. Solo entonces volvió a la ciudad de la que había sido alcalde, pero metido en un féretro…
«En sus manos está la salvación de mi marido», escribió Benita Tolón
Lo que van a leer a continuación es el texto íntegro de la carta que Benita Tolón escribió a los amigos de Toledo (Ohio) pidiendo que movieran todos los resortes posibles para conseguir el indulto para su marido, Guillermo Perezagua.
Una carta que apareció hace pocas fechas en el archivo de la Asociación Interciudades, que estaba ubicado en uno de los torreones del Ayuntamiento de Toledo, cuando procedieron a su traslado. Fue cuando se encontraron la carta. Y Fernando Aranda, miembro de la asociación, se la dio a la propia Milagros Tolón, que es quien guarda el original. Una copia de la carta se guardará en el Archivo Municipal de Toledo.
He aquí el texto:
«Mi distinguido y estimado amigo:
Con la extraordinaria alegría que puede Vd. suponer, hemos recibido su carta, comprobando con ello que no nos engañaba nuestro corazón al confiar en que la bondad e hidalguía de todos Uds. y de V. especialmente no habían de dejarnos abandonados en este trance amargo y se apresurarían a procurar aliviar la situación de mi esposo, en extremo delicadísima, así como lo que nosotros, por consecuencia estamos pasando.
Excuso decir a Vd., decir a Vds., cómo agradecemos sus gestiones que esperamos sean activas y rápidas para solucionar este grave problema lo mejor y más urgentemente posible. En manos de Vd. y de los amigos Hoever, Mahon, Brown y Patterson están en estos momentos la tranquilidad de mi hogar y la salvación de mi marido, para quien espero de Vds. pidan eficazmente el indulto, gracia para Vds. fácil de alcanzar por cuanto no tiene ninguna responsabilidad grave y cuenta además con el cariño de sus convecinos. Difícilmente habrá persona que pueda ser enemiga de un hombre todo corazón, afabilidad y bondad para con todo el mundo. ¡Ya Vds. le conocen!
Satisface nuestra angustia la comunicación con el Excmo. Sr. Embajador y estimamos con todo el alma la cantidad que nos anuncian, no tanto con ser mucho, por lo que resuelve nuestra difícil situación económica, sino por lo que significa de bondad en Vds. que nunca agradeceremos bastante.
Al ir a recoger la cantidad enviada, entregaremos para su remisión a Vds. un completo conocimiento del caso.
Contestando a su pregunta debe participarle que los Srs. Camarero, Mariano Díez y Pablo Rodríguez viven en Toledo, el primero aunque reside aquí pasa la semana en Madrid por ser redactor del «ALCÁZAR» (Diario) y está gestionando cuanto puede en favor de Guillermo.
Termino reiterando nuestra gratitud por sus bondades (que a mi marido le han producido honda emoción y alegría) y con nuestros afectos para los amigos todos del Comité de relaciones de nuestros dos Toledos, especialmente para los ya citados, quedan suyos affmos. esta esposa e hijo atribulados que esperamos con ansiedad sus gestiones y sus noticias
P/D. Dé nuestros más cariñosos saludos a Margarita.
Nuestras señas son: Benita Tolón. Calle Real, nº25 – Toledo (España)».
1939. Carta de Benita Tolón de Perezagua a los amigos de Ohio pidiendo que muevan resortes para conseguir el indulto para su marido, Guillermo Perezagua.