El exceso de la demanda de agua, provocado por las altas temperaturas registradas en la provincia de Toledo durante el fin de semana, habría provocado arrastres de sedimientos, causando coloración y turbidez en el agua distribuida en varios municipios de la Mancomunidad de Guajaraz, mancomunidad en la que están incluidos los municipios toledanos de Argés, Burguillos, Cobisa, Nambroca y Layos.
Según informa en un comunicado de prensa la empresa concesionaria del abastecimiento de agua a estas localidades, Aqualia, «la turbidez ha desaparecido ya en buena parte de las zonas más afectadas -Cobisa y las urbanizaciones de Las Eras y Las Samaniegas, en Argés-, quedando algunas zonas localizadas que se purgaron en el día de ayer». Su respuesta se produce después de que vecinos de este último pueblo se pusiesen en contacto con encastillalamancha.es para denunciar la mala calidad del agua que salía de sus grifos.
La empresa añade que se han tomado muestras de agua y que, de las analíticas físico-químicas realizadas, «todas ellas han sido calificadas como aptas para el consumo» y que «todas las muestras presentan niveles adecuados de desinfectante residual». Indica que durante la jornada de hoy se intensificará la purga de las redes generales y se tomarán más muestras de los lugares más afectados para ver su evolución, hasta que los resultados obtenidos se ajusten a la normalidad.
Aqualia pone de manifiesto que, durante el domingo 18 de junio, se produjo un consumo desorbitado de agua, llegando a los 11.140 m3, «cifra jamás alcanzada en el mes de junio en la zona». Con el nivel de aporte que se estaba realizando con dos bombas, de las tres de que se dispone, «durante la noche del sábado al domingo tan sólo se consiguió recuperar 25 centímetros hasta las 8 de la mañana». A partir de esta hora, el consumo superaba a la aportación de las dos bombas, descendiendo el nivel de los depósitos generales a razón de 9 centímetros cada hora.
Continúa explicando que, ante esta situación y para tratar de evitar la falta de suministro a la mancomunidad, a las 13:00 horas se puso en marcha la tercera bomba disponible, consiguiendo recuperar el nivel normal de funcionamiento de los depósitos a las 20:45 horas. «Este bombeo está diseñado para que, en condiciones de consumo reducido (temporadas de otoño, invierno y parte de la primavera), funcione una sola bomba. En el resto del período anual, funcionaría en caso de necesidad, además, la segunda bomba».
Aqualia sostiene que la tercera bomba sería de reserva para el supuesto caso de avería de alguna de las otras dos. «Nunca la entrada en funcionamiento de la segunda bomba ha provocado incidente alguno y nada hacía pensar que la entrada de la tercera bomba lo provocase tampoco». Apunta que «la puesta en funcionamiento de esta tercera bomba ha provocado un exceso de velocidad del agua en las tuberías, provocando arrastres en las dos conducciones de diámetro 315 mm en una longitud aproximada de cada una de 4.800 metros».
La empresa concluye señalando que seguirá trabajando, en colaboración con los responsables de los municipios de la mancomunidad, para recuperar la normalidad en el abastecimiento, poniendo a su disposición los recursos y medios necesarios.