Siento, por un lado, no haber conocido más profundamente a José Esteban Paños Martínez, una persona como se sabe, ligado a la profesión de fotógrafo durante muchos años y que hizo sus pinitos en la política local hasta hace poco. Concretamente ha sido concejal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Toledo dos legislaturas y logrando gracias en gran parte a su tirón como persona hasta cuatro concejales en la primera legislatura de las dos que ha permanecido en el Ayuntamiento. En las últimas municipales, con su partido roto y escindido, no obtuvo representación.
Hace cuatro años se le detectó un cáncer de páncreas, ya sabemos, uno de los agresivos que nos pueden llegar. El hombre ha estado luchando con valentía, sencillez y casi en silencio la terrible enfermedad. Y con resignación cristiana. Siempre apoyado por su esposa Magdalena, sus hijas y demás familia.
El año pasado lo saludé en la entrega de premios de APANAS en el paraninfo de la Universidad de CLM. Nunca hablando de su problema de salud y asistiendo entre col y col a las sesiones de quimio y otras medidas para paliar su salud. La semana pasada estuve en el Teatro Rojas en la entrega de premios Recaredo Rey. Él estaba premiado, pero también estaba ingresado en el hospital, en la sección de Paliativos y “muy malito”. Sus tres hijas salieron a recibir el premio en su nombre y una estruendosa ovación sonó en el local reconociendo su gran labor.
Echando una mano en la marcha de Marsodeto
En la penúltima marcha de MARSODETO nos estuvo echando una mano algunos días, porque sabía que su ayuda era bien recibida. Se desplazó con su moto habitual y ya entonces flaqueaba en el manejo de la misma, pues sabemos que la moto exige tener cierta potencia física para dominarla. Sabe él y Dios que no lo conocí hasta que se marchaba. Le pregunté quién era para asegurarme echando la culpa a mi vista que había perdido facultades, etc. El problema es que había perdido pelo y estaba desconocido.
Concejal honorífico de Toledo
El Ayuntamiento le nombró concejal honorífico y hoy las banderas del Ayuntamiento, con toda la razón y mérito del mundo, están a media asta. Su figura, su sencillez, su bonhomía ha calado de una manera u otra en todos los que le hemos conocido. Como no podía ser de otra manera, excompañeros de grupos tan dispares como Chema Hernández y de todos los grupos se han acercado al tanatorio a darle el último adiós y el último homenaje.
El concitó la concordia y la naturalidad entre todos los partidos y personas. Esta mañana tomando café con un exconsejero del Gobierno regional me decía “que se juntaba con todo el mundo y era una persona muy querida y respetada en la ciudad”. Y así ha sido durante bastantes años. Descanse en paz este alicantino de nacimiento, pero toledano de adopción que hemos perdido con tan solo 53 años.
Como me decía una hermana suya en el velatorio: “Se ha tenido que morir hoy, día de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa”.
«Una persona ejemplar», «eterno concejal»: Toledo llora la pérdida de Esteban Paños
«En la muerte de José Esteban Paños», por Carlos Martín-Fuertes
Carlos Martín-Fuertes.