El sacerdote Miguel Pajares ha muerto hoy en el Hospital Carlos III de Madrid tras ser infectado por el virus del Ébola en Liberia, según han informado a Efe fuentes de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.
Miguel Pajares, de 75 años, ha sido el primer europeo afectado por esta dolencia, para la que por el momento no existe vacuna, si bien desde el pasado sábado estaba recibiendo el suero experimental ZMapp, el medicamento que se está administrando en EEUU a los enfermos de ese país.
Fuentes del personal que atiende al religioso han explicado a Efe que, de momento, los sanitarios están «a la espera» de recibir los protocolos para la evacuación del cadáver, porque «existen riesgos de contacto con fluidos biológicos».
Han relatado que el paciente, quien cumplía su quinto día de ingreso hospitalario tras ser repatriado desde Liberia el pasado jueves, estaba en «condiciones críticas» y que, durante las últimas horas, experimentó una «bajada de constantes vitales».
Pese a que los médicos «probaron alguna medicación en un intento de estabilizarlo», la cámara y los monitores con los que era observado «mostraban que tenía problemas para respirar» hasta que el enfermo ha dejado de «mostrar actividad» esta mañana.
El pasado 4 de agosto se hizo público que el religioso español permanecía aislado en el hospital San José de Monrovia (Liberia), junto a otros trabajadores del centro sanitario, tras la muerte por ébola de su director, el hermano Patrick Nshamdze.
Los análisis confirmaron al día siguiente que Pajares había contraído la enfermedad, de la que finalmente ha muerto en Madrid, donde continúa ingresada la hermana Juliana Bonoha, que hasta el momento ha dado negativo en las pruebas del ébola.
El padre Pajares es el cuarto fallecido que trabajaba en el Hospital San José, después de que ayer se conociera el fallecimiento del religioso George Combey.
La muerte de este ghanés se suma a la de la religiosa Chantal Pascaline, que perdió la vida el pasado sábado, y a la del director del centro sanitario, ocurrida el 3 de agosto, a quien cuidó el sacerdote español.
Mientras tanto, la religiosa de origen guineano y pasaporte español que fue repatriada junto a Pajares desde Liberia, Juliana Bonoha continúa su recuperación y su estado de salud permanece estable.
Fuentes del Hospital de La Paz, del que depende el Carlos III, han indicado a Efe que previsiblemente hoy se repetirá el test del ébola a la religiosa para descartar definitivamente que ha contraído el virus.
Entre tanto, sigue luchando contra esta enfermedad la hermana Paciencia Melgar, ingresada el fin de semana en el Hospital Elwa, en Liberia, gestionado por Médicos Sin Fronteras.