El yacimiento Montón de Trigo del municipio toledano de Los Yébenes atesoraba un importante hallazgo que acaba de salir a la luz: el primer taller de fabricación de pesas de telar completo en la Península Ibérica, asociado a la fase más antigua, de hace 4.000 años, de este asentamiento.
El descubrimiento se enmarca en la cuarta campaña de excavaciones del yacimiento que, desde agosto de 2021, ha permitido conocer cómo vivía un poblado campesino de la Edad del Bronce y las distintas fases de ocupación y estructuras en este cerro situado entre La Mancha y la cuenca media del Tajo.
El trabajo está dirigido por el arqueólogo toledano Arturo Ruiz Taboada, quien, en declaraciones a EFE, ha recordado que se trata del desarrollo del proyecto ‘Entre dos tierras‘ de la Universidad Complutense de Madrid, financiado por el Ayuntamiento de Los Yébenes y la Diputación provincial de Toledo, y gracias a las prácticas que de manera altruista han realizado alumnos de Arqueología durante los meses de agosto de los últimos cuatro años.
La información extraída hasta ahora ha desvelado que el poblado campesino que habitó el Montón de Trigo, formado por unas cien personas, data de entre el 2000 y el 1600 antes de Cristo, según los resultados de las numerosas muestras de carbono-14 recogidas y analizadas.
Asimismo, las distintas capas de tierra excavadas reflejan de qué vivían estos campesinos y los estudios de fauna indican que la subsistencia de manera mayoritaria se debía a la explotación ganadera de cabras, ovejas y vacas y a la caza y la pesca, incluso, y que también practicaban la agricultura, pero desde un punto de vista secundario.
Actividad industrial
Sin embargo, en los últimos días, una nueva actividad se suma a las anteriores y no es otra que la fabricación de pesas de telar en este poblado entre el 2000 y el 1800 antes de Cristo.
De hecho, Ruiz Taboada ha explicado que a raíz de la definición de las dos áreas de ocupación de la fase más antigua, en una de ellas empezaron a aparecer pesas y al continuar la excavación lograron identificar distintas estructuras.
Estos elementos conformaban lo que ha terminado siendo un taller de fabricación de pesas de telar y, en concreto, el arqueólogo ha detallado que se ha encontrado la estructura de combustión (el horno) y cubetas.
Ha especificado que son cinco cubetas, tres de las cuales están dispuestas sirviéndose del desnivel para decantar la arcilla. También se ha hallado un almacén de arcilla sin tratar como paso previo al modelado de las pesas, así como ocho pesas sin cocer junto a la estructura de combustión, por lo que el lugar pudo ser abandonado con anterioridad a que se cocieran dichas pesas, ha precisado.
Por este motivo, la documentación ha sido «muy compleja» y se ha tenido que consolidar en campo. También ha sido difícil la extracción de las estructuras asociadas, al ser todas de adobe.
Un espacio único y una nueva línea de investigación
En este sentido, ha destacado que es un espacio industrial destinado a la fabricación de pesas de telar completo, por la cantidad de elementos encontrados, y que no hay referentes en la Península, por lo que es el primer espacio completo documentado.
Hasta ahora, ha añadido, había conocimiento de que en este tipo de poblados prehistóricos existían talleres metalúrgicos, de cerámica o líticos, pero a partir de este descubrimiento se puede hablar también de talleres de fabricación de pesas de telar y cabe la posibilidad de que puedan encontrase elementos de este tipo en yacimientos cercanos al de Los Yébenes.
Además, Ruiz Taboada ha subrayado que ahora se abre una nueva línea de investigación para discutir quién desarrollaba la actividad, si son hombres o mujeres y hasta qué punto la comunidad está implicada en la fabricación de los elementos que integran un telar, y desde el punto de vista social permite saber la relevancia de este tipo de actividades y cómo se distribuía el asentamiento, ya que el taller se ubica junto a la muralla y en uno de los accesos y es una zona muy ventilada.
Para el director del proyecto y los arqueólogos que han desarrollado el trabajo de campo, el descubrimiento de este taller ha sido todo un «premio» y la «guinda» a cuatro campañas de excavación en el Montón de Trigo.