Escenas de extrema preocupación, desconcierto, incertidumbre y hasta alguna lágrima. Así se vivió en el cuartel de la Guardia Civil en Toledo, sede de la Comandancia de Castilla-La Mancha, la orden de la Dirección General urgiendo a decenas de familias residentes a abandonar sus casas antes del 15 de febrero. Una orden por su seguridad, porque no se puede garantizar más allá de esa fecha que los pabellones se sigan manteniendo en pie, a tenor del resultado de las últimas catas arquitectónica realizadas en estas edificaciones.
Angustia e inquietud. Así han relatado a encastillalamancha.es que vivieron el momento y las horas siguientes los afectados por la urgente medida que alerta del riesgo grave y evidente para su seguridad que se cierne sobre los residentes de estas casas en un corto espacio de tiempo. Paralelamente, los responsables de la Comandancia se pusieron de inmediato manos a la obra en la búsqueda de todo tipo de soluciones para albergar a estas 74 familias que tienen que recoger sus pertenencias y salir de las viviendas del cuartel en apenas tres semanas. Se trabaja contrarreloj y se ha abierto una oficina para ofrecer información ordenada de las posibilidades que se vayan encontrando, tanto en otras casas cuartel como en viviendas disponibles para alquilar.
Daños en la estructura y riesgo de derribo
Según ha podido saber ENCLM, la comunicación de la Dirección General de la Guardia Civil llegó a primera hora de la mañana de ayer miércoles dando a conocer que el resultado de las últimas catas del inmueble había confirmado daños en la estructura que aconsejaban el desalojo de los pabellones en breve plazo. El informe del arquitecto establecía que no se podía garantizar la seguridad del edificio más allá del 15 de febrero en 74 viviendas y así se transmitió. El resto, hasta las 169 que existen en el acuartelamiento, también habrá que vaciarlas en breve, pero aún no se ha precisado el plazo exacto ni se ha tramitado la orden en este sentido. En total, unas 500 personas afectadas.
Ayer también se informó de que el edificio será demolido por completo y se levantará sobre el mismo solar el nuevo cuartel. Las obras, decía el comunicado público de la Guardia Civil, durarán al menos dos años. Con esta solución se pone fin a la búsqueda de un espacio para la construcción de las nuevas dependencias de la Comandancia castellanomanchega, una clara necesidad que ha estallado y una reivindicación que terminó encallando en conflicto político.
La Guardia Civil paga la mudanza, no el alquiler
Contrarreloj, los responsables de la Comandancia pusieron la situación en conocimiento de las familias afectadas poco después de recibir el escrito y comenzaron la búsqueda de soluciones. La primera y más evidente, elaborar un listado de las plazas disponibles en otros cuarteles de la Guardia Civil cercanos a Toledo. Bargas, Argés, Olías, Mora o Polán son municipios con acuartelamientos y distan entre 10 y 25 kilómetros de la capital, pero incluso aunque pudieran absorber a todas las familias -casi imposible- hay que organizar una mudanza en poco más de 15 días y aún no saben dónde van a ir ni con qué criterios se asignarán las plazas disponibles: antigüedad, número de integrantes de la familias, existencias de menores entre sus miembros…
También se ha hablado con las diversas administraciones públicas para encontrar viviendas disponibles en régimen de alquiler. Los afectados más inmediatos por el desalojo han relatado a ENCLM que la Guardia Civil se hará cargo de los gastos de la mudanza, pero no del alquiler de las viviendas de quienes no encuentren acomodo en otros acuartelamientos.
La AUGC denuncia la «grave situación»
Horas después del anuncio, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) hizo público un comunicando denunciando la «grave situación» que están viviendo los guardias civiles y sus familias en la Comandancia de Toledo «tras haber sido informados del desalojo urgente de sus viviendas en un plazo de solo 15 días». Esta medida, señalaron desde la AUGC, llega después de que, en 2023, la propia Guardia Civil reconociera la existencia de un riesgo grave e inmediato para la seguridad de los residentes, sin que hasta la fecha se hubieran tomado las medidas necesarias para su protección».
El alcalde ofrece espacios municipales para las oficinas
Por otro lado, el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, ha ofrecido a la Guardia Civil poner a su disposición espacios municipales en los que el instituto armado pueda seguir desarrollando sus labores administrativas y prestando servicio a los ciudadanos durante el tiempo que duren las obras. Así lo trasladó en la tarde de ayer miércoles en una conversación telefónica con la directora general de la Guardia Civil, Mercedes González.
Noticias sobre el desalojo de las viviendas de la Guardia Civil
Critican que se comunique el desalojo de guardias civiles del cuartel de Toledo «en solo 15 días»