El concejal de IU-Podemos en el Ayuntamiento de Toledo, Txema Fernández, ha mostrado su preocupación por «la discriminación que se produce en la distribución de las jornadas laborales entre la plantilla masculina y femenina del servicio de limpieza viaria y recogida de basura, informó la confluencia en un comunicado.
«Discriminación de las mujeres que trabajan en la limpieza viaria de Toledo»
Fernández, que ya advirtió de las múltiples deficiencias que presentaba el pliego del contrato cuando se sacó a licitación el servicio, «pone en evidencia ahora las consecuencias de la falta de atención sobre ciertos criterios de valoración como el de igualdad entre hombres y mujeres en el puesto de trabajo».
Así, ha podido constatar que fruto de esta carencia “nos encontramos con que la mayoría de los puestos de fin de semana, y por lo tanto más precarios en la modalidad contractual y en el salario, están ocupados por mujeres mientras que los de la semana completa, con más salario y más estabilidad, los ocupan los hombres”, denuncia el portavoz municipal de Izquierda Unida.
El contrato de limpieza viaria y recogida de basura se firmó en 2022 «tras un proceso nada participativo en el ámbito social o político» en el que, recuerda, “la oposición no pudo intervenir en la elaboración de los pliegos de condiciones ni siquiera para opinar cuando ya estaban realizados”, reprocha Fernández. Y una vez más, apunta, «se adjudicó un contrato (por ocho millones aunque la licitación fue por 11) basándose en el criterio económico por encima del de la calidad de la prestación del servicio». Circunstancias, remarca el portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento, «que ahora derivan en deficiencias ya advertidas».
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También pone el acento Txema Fernández en «la carencia de una asignación fija del personal a los diferentes barrios de la ciudad, un hecho que va en detrimento de una garantía del servicio puesto que al no adjudicar personal mínimo a ningún barrio en la ciudad de Toledo se puede dar la coyuntura de dejar sin personal alguno de ellos en caso de ser necesario».
“Aunque nos satisface ver que la empresa cumple compromisos del contrato como la compra de nueva maquinaria eficiente que son las baldeadoras para el Casco Histórico, tenemos que recordar que no existe una asignación concreta de personal a cada barrio sino que se distribuye en función de las necesidades de Toledo en cada momento, pudiendo dejar vacío de personal alguno de los barrios en caso de ser necesario”, señala Fernández. En este sentido, apunta también la «disparidad de frecuencia de limpieza del barrido manual en los barrios” ya que, por ejemplo, el Poblado solo tiene asignado el servicio una vez a la semana.
«Carencia de programas de concienciación ambiental»
Por otro lado, destaca Txema Fernández «la carencia de programas de concienciación ambiental que también son una consecuencia de la nula importancia que se dio en el contrato a esta materia». Y es que en los criterios de evaluación del pliego se otorgaba un solo punto sobre 100 a los programas de concienciación ambiental presentados por las empresas. “Al ser tan poco el peso que tiene este criterio, la empresa adjudicataria pudo no presentar ningún programa de evaluación ambiental que es imprescindible para concienciarnos sobre el nuevo modelo de limpieza viaria y recogida de basura que se impondrá en la ciudad de Toledo”.
Por último, pone el acento el portavoz de Izquierda Unida en el «problema de fiscalización del que adolecen los contratos municipales. Y es que este control sobre el cumplimiento del contrato lo hace una empresa externa al Ayuntamiento que será propuesta por la concesionaria y a la que la propia concesionaria tiene que abonar por este servicio 50.000 euros, mucho nos tememos que si la empresa adjudicataria elige quién le controla no será un control eficaz”, concluye Txema Fernández.