La Diputación de Toledo ha decidido adelantar un mes la entrega a los municipios de los anticipos de la recaudación tributaria, así como retrasar el cobro de tributos a los contribuyentes, dentro de las medidas de apoyo a los ayuntamientos y a la ciudadanía para hacer frente al estado de alarma por el COVID-19.
Dos nuevas iniciativas en materia de recaudación que pone en marcha el Organismo Autónomo de Gestión Tributaria (OAGT) con las que, ha señalado el presidente de la Institución provincial en una nota pública, Álvaro Gutiérrez, «continuamos aportando nuestro granito de arena a afrontar estos momentos difíciles y de incertidumbre».
En apoyo directo a los ayuntamientos, el OAGT adelantará un mes los anticipos que se entregan a los municipios, que percibirán el día 7 de cada mes en lugar del día 25 como estaba fijado hasta ahora y que se mantendrá, en principio, durante los próximos tres meses, prorrogables si fuese necesario.
La segunda medida, dirigida a la ciudadanía, supone el retraso y la ampliación de los plazos para el cobro de tributos municipales con una primera medida en la que la mitad del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), conocido como contribución urbana, se podrá abonar hasta el 5 de agosto en lugar de vencer el 5 de julio.
Y la segunda es el retraso del abono del impuesto de vehículos de tracción mecánica, conocido por el ‘numero del coche’, que podrá entregarse hasta el 5 de julio en lugar de hacerlo efectivo el 5 de mayo.
Gutiérrez ha apuntado, en el caso de los anticipos de recaudación, que se mejorará la liquidez municipal para que puedan actuar ante la crisis sanitaria y, respecto a ampliar el plazo para abonar los impuestos, los ciudadanos «pueden evitar más daños a sus economías domésticas como consecuencia del coronavirus».
Por otra parte, el presidente de la Institución provincial ha anunciado que la residencia universitaria ‘Santa María de la Cabeza’ alojará desde este martes a sanitarios que trabajan en los hospitales ‘Virgen de la Salud’, ‘Virgen del Valle’ y el Provincial, que «servirán de lugar de descanso para el personal médico y de enfermería» y evitará, con ello, «el desplazamiento a sus casas cada día», incluidos a los desplazados de fuera de Toledo.
La residencia universitaria, de la que es titular la Diputación provincial y que está vacía de estudiantes por la suspensión de las clases en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), dispone de 65 habitaciones y puede acoger hasta 100 personas y ya está a disposición de lo que disponga el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam).