Una mujer vecina de Toledo podría heredar un patrimonio de más de 2,5 millones de euros gracias al ADN de un pañal de su presunto padre biológico, de 85 años y residente en Ronda (Málaga), lugar donde nació la demandante hace 55 años.
El bufete de Abogados Osuna ha informado a través de una nota de prensa de que esta mujer, cuya identidad no ha trascendido, acaba de presentar una demanda para que la justicia la declare hija, ya que según su versión nació fruto de las relaciones extramatrimoniales habidas entre el ahora anciano y su madre, tras conocerse en una de las fincas rústicas que este poseía.
La demandante ha declarado en su demanda que debido a que su madre tenía una posición social y económica por debajo de la de su padre biológico, su familia paterna se oponía a esta unión, por lo que se veían a escondidas en lo que se convirtió en una relación sentimental que estuvo prolongada en el tiempo.
Al parecer, debido a la actitud de la familia de él, al quedarse embarazada su madre y con el posterior parto, se puso a trabajar en el servicio doméstico, mientras que ella, como recién nacida, se quedó a cargo de sus abuelos maternos.
Según ha asegurado este bufete, existe un parecido físico del anciano con su presunta hija, cuyo rostro y gesto comparados con unas fotografías, así lo acreditan.
A causa de estos hechos, la presunta hija contrató los servicios de un detective privado para que obtuviese las pertinentes muestras de ADN de su presunto padre, mientras que las muestras de sangre de la demandante han sido habilitadas en el Centro de Análisis Genéticos por ella, de forma voluntaria.
Así, el detective ha remitido al mismo centro varias muestras del presunto padre, entre las que se encuentra un pañal, y además, ha emitido por su parte, un informe detallado del seguimiento realizado al citado anciano.
El bufete ha concluido, por las conclusiones que se extraen de la comparativa de dichas pruebas, que la demandante es hija de este hombre por lo que en el momento procesal oportuno se pedirá al Juzgado que lleve a cabo de nuevo la práctica de la prueba de ADN, con todas las garantías y requisitos oportunos.