La Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales de Castilla-La Mancha (Fademur) ha expresado su satisfacción ante la reciente convocatoria de ayudas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para explotaciones agrarias en régimen de titularidad compartida.
Fademur ha subrayado que este tipo de ayudas son un “paso significativo” para garantizar la igualdad de oportunidades y la inclusión plena de las mujeres en el sector agrario, históricamente dominado por una presencia masculina.
258 mujeres agricultoras
La organización feminista rural ha recordado que Castilla-La Mancha ocupa el segundo lugar en número de explotaciones inscritas en titularidad compartida, un modelo que sigue ganando adeptas en la región.
Con esta medida, un total de 258 mujeres agricultoras de la comunidad podrán beneficiarse de este incentivo, lo que refuerza la presencia femenina en el sector primario.
“Desde Fademur, llevamos años trabajando para lograr una igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres en el ámbito rural. Estas ayudas son una muestra de cómo las políticas de discriminación positiva, lejos de ser un obstáculo, tienen un impacto positivo en la sociedad, promoviendo una mayor participación femenina en la agricultura y ganadería”, ha señalado la presidenta de Fademur CLM, Elisa Fernández.
El Ministerio de Agricultura ha destinado estos recursos en el marco de la resolución definitiva de las subvenciones para la campaña 2024, lo que también coincide con la creciente incorporación de mujeres jóvenes al sector agrario.
De hecho, según los últimos datos, un tercio de los jóvenes que se han incorporado al sector agrícola y ganadero en Castilla-La Mancha son mujeres; así como el 40 % de las ayudas de la PAC (Política Agraria Común) las solicitan mujeres titulares de explotaciones agrarias, lo que refleja la efectividad de las políticas públicas en la promoción de la actividad agraria entre los colectivos más jóvenes y las mujeres, apuntan desde Fademur.
Ley del Estatuto de Mujeres Rurales de Castilla-La Mancha
Fademur destaca que estos incrementos son una consecuencia directa de la Ley del Estatuto de Mujeres Rurales de Castilla-La Mancha, una normativa “clave” que ha sentado las bases para una región más igualitaria.
La ley, orientada a la promoción de los derechos de las mujeres rurales, ha permitido la implementación de medidas concretas que apoyan a las mujeres en su labor agraria, visibilizando su trabajo y contribuyendo a la superación de las barreras históricas de desigualdad en el campo.