Decenas de piedras pintadas de morado aparecieron ayer en el casco histórico de Toledo. En ellas se podían leer nombres que corresponden a represaliados por el Franquismo. En algunas de ellas se podía el año en el que murieron y todas llevaban un cruz indicando que había fallecido.
Se desconoce quién dejó este reguero de piedras por el casco que, por ejemplo en el Puente de San Martín, dejó cinco de ellas y te las mostramos en este vídeo:
Todos los nombres corresponden con empadronados en Toledo
El concejal de Ganemos Toledo, Javier Mateo, agradeció a través de sus redes sociales «a quien haya decidido homenajear de forma anónima a estos toledanos, víctimas de la represión franquista». Además el propio Mateo junto con el historiador José María Ruiz Alonso comprobaron que los nombres correspondían a represaliados por el Franquismo y todos ellos eran empadronados en Toledo, según ha explicado el propio concejal a este medio.
Dejar objetos por el casco de Toledo se está convirtiendo ya casi en un clásico. Primero fueron los 666 cerditos que aparecieron en el verano de 2018, más tarde llegaron los peces de colores y los lazos blancos. Cuando se presentó el documental «Artoleto: 1.000 cerdos y peces», del tolenado Enrique Muñoz, parecía que se habían disipado las dudas sobre la autoría de esas manifestaciones artísticas, pero dijo que solo lo había utilizado como hilo conductor del documental y no resolvió un misterio que, al igual que con las piedras con nombres de represaliados por el Franquismo, todavía sigue en el aire.