Las termitas (el enemigo número uno de los edificios que contienen madera) intentan acabar con la estructura del convento de las Jerónimas de San Pablo, en la ciudad de Toledo, y se ha puesto en marcha una campaña solidaria por parte de un grupo de guías de turismo, miembros de la Asociación de Guías de Castilla-La Mancha, en la que si quieres puedes participar y así colaborar con su arreglo.
¿Cómo?
Pues muy sencillo, con una visita guiada, por lo que incluso vas a disfrutar del patrimonio y de la historia toledanos.
Se verán dos espacios no habituales: el coro y la sala prioral
Este grupo de guías (chapó por ellos) ha decidido que la mejor forma que tienen de ayudarlas es hacer lo que mejor saben hacer, que no es otra cosa que mostrarnos lo que tenemos a nuestro alrededor. Y en este caso con un visita solidaria.
Como ya hicieron otra visita anterior y hay personas que lo conocen, de manera excepcional las monjas van a permitir la entrada en dos espacios nuevos: el coro y la sala prioral.
Reserva previa y 10 euros por persona
Visitas que serán el último fin de semana de octubre: el viernes 29 por la tarde y el sábado 30 y el domingo 31 por la mañana y por la tarde. Y se tiene que reservar previamente en el número 616 892 276.
El donativo será de 10 euros por persona, pero si alguien quiere ayudar con más dinero, no habrá ningún problema.
Además, las jerónimas ya realizan labores textiles, como bolsos, monederos o mantelitos, que se venderán al final de cada visita. Junto a dulces como flores fritas, de cosecha propia y que son difíciles de encontrar en otro lugar.
Los guías ya ayudaron a las Comendadoras de Santiago
Este grupo de guías viene desarrollando en los últimos tiempos una labor muy solidaria.
Porque, como explican en un comunicado, en octubre de 2020 organizaron otra visita a las Comendadoras de Santiago, ya que por la situación de la pandemia se quedaron sin alumnos en la guardería y sin turistas que pudieran comprar sus dulces.
Y decidieron hacer visitas solidarias en las que participaron unos 200 toledanos.
A partir de ahí se sucedieron más visitas, una cada tres semanas, a conventos diferentes, habiendo visitado ya unos 10. Se realizan durante todo el fin de semana, de manera organizada y cumpliendo con las medidas que afectan en cada momento. Poco a poco han tenido éxito y en los últimos conventos visitados han llegado a participar unas 1.200 personas.
Por supuesto, se controla desde la organización de los grupos, los horarios, la recepción de reservas, la confirmación o el control de la entrada. El grupo siempre va acompañado por el guía, lo que también da mucha tranquilidad a las monjas.
¿Te apuntas?
