Coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Medioambiente, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha procedido hoy a la reintroducción de cuatro pollos de halcón peregrino en uno de los edificios más emblemáticos de la capital regional, el Alcázar de Toledo, siendo su siendo su principal objetivo el establecimiento de parejas reproductoras e incrementar la población de esta especie en la provincia.
El delegado provincial de Desarrollo Sostenible, Tomás Villarrubia, que junto al delegado de la Junta en Toledo, Javier Úbeda, han asistido al anillamiento de los polluelos en el vivero central de Toledo, como paso previo a la colocación del nido en el torreón del Alcázar, ha subrayado que este proyecto tiene como objetivo incrementar la población de halcón peregrino en la provincia de Toledo, que se encuentra muy mermada y ha añadido que “el halcón peregrino autóctono es una especie declarada como “vulnerable” en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Castilla la Mancha, por lo que su reintroducción y el reforzamiento de las poblaciones naturales es de gran interés para la conservación de la biodiversidad en la provincia”.
La altura les brinda a los polluelos seguridad y oteaderos privilegiados
“Qué mejor manera de celebrar el Día Mundial del Medioambiente que con este proyecto de reintroducción de esta especie clave para el mantenimiento del equilibrio y la sanidad de los ecosistemas ribereños y qué mejor que hacerlo en un edificio tan representativo para Toledo y que por su altura brinda a estos polluelos seguridad y oteaderos privilegiados para seleccionar sus presas”, ha agregado Villarrubia.
En esta ocasión se procede a reintroducir cuatro pollos. Se trata de dos hembras y dos machos de halcón peregrino autóctono (Falco peregrinus brookei) reproducidos en cautividad por la Fundación Aquila en el Centro Águilas de Fuente Empedrada, ubicado en el término municipal de Lagartera, en colaboración con el Centro de Estudios de Rapaces Ibéricas (CERI) de Sevilleja de la Jara, dependiente del Servicio de Política Forestal y Espacios Naturales de Toledo.
Los huevos fueron incubados artificialmente, durante un período de 31 días, por los especialistas en reproducción asistida de la Fundación. Una vez que eclosionaron, los primeros días fueron mantenidos en unidades de cuidados intensivos y alimentados mediante marionetas bajo estricto seguimiento. Posteriormente, han estado adoptados por una hembra nodriza de la especie con experiencia en la crianza y en total aislamiento humano.
Dos hembras y dos machos de entre 26 y 30 días
En la actualidad los pollos tienen entre 26 y 30 días de edad y, tras dos meses de crecimiento muy rápido, los pollos alcanzarán el tamaño de los adultos y estarán preparados para dar sus primeros vuelos.
Por ello, éste es el momento ideal para proceder a su reintroducción en el Alcázar toledano. Con el fin de lograr una reintroducción exitosa se emplea un método denominado hacking o crianza campestre que consiste en colocar un jaulón-nido en el lugar que se desea colonicen.
Los pollos terminan su crecimiento en dicha estructura, improntándose o troquelándose, esto es un proceso de aprendizaje del lugar, su paisaje y elementos, de modo que acaben considerándolo su lugar de nacimiento. De este modo y debido a un fenómeno denominado filopatría, un porcentaje relevante de los pollos volverán al lugar donde han sido liberados para intentar establecer un territorio y reproducirse, lográndose el objetivo de recuperar poblaciones extintas en localizaciones históricas.
Los polluelos comenzarán a ejercitar el vuelo mientras se les alimenta durante un mes
El hacking ha sido diseñado y construido específicamente por los técnicos del CERI de Sevilleja de la Jara y cuenta con cámara de videoseguimiento y sistema de apertura automática. La alimentación, que se realiza con sus presas de modo que reconozcan sus presas objetivo, y el seguimiento se llevará a cabo por personal del Servicio de Política Forestal y Espacios Naturales de Toledo.
Una vez fuera del hacking, los pollos comenzarán a ejercitar el vuelo mientras se les sigue alimentando durante un mes más. Para evitar que durante el período de estancia en la jaula puedan socializar y relacionar al hombre con la comida, la jaula está dispuesta de manera que no puedan ver cuando se les alimenta. Se espera, que hacia finales de verano los pollos inicien el proceso de dispersión.
Según los últimos censos disponibles, la población de halcón peregrino en la región es de unas 200 parejas, de las cuales tan sólo una decena se ubican en la provincia de Toledo. Analizando su tendencia en el valle del Tajo, donde se ha realizado un seguimiento continuado, los datos históricos indican que existían al menos 30 territorios en todo el valle del Tajo en la provincia de Toledo, que pasaron a siete a finales de siglo y a su práctica extinción en la actualidad.
El halcón peregrino autóctono es un predador clave
El halcón peregrino autóctono es un predador clave para el mantenimiento del equilibrio y la sanidad de los ecosistemas ribereños, de “ahí la importancia y trascendencia de su reintroducción y el reforzamiento de las poblaciones naturales para la conservación de la biodiversidad en la provincia”, puntualizaba el delegado provincial de Desarrollo Sostenible.
Una de las causas constatadas de su desaparición es que son presa del búho real, muy abundante en estos y otros ecosistemas. Por ello, en una fase inicial se realiza la reintroducción en núcleos urbanos ribereños, como la ciudad de Toledo, donde la presencia del búho real es mucho menor, y hay una mayor garantía de éxito en la creación de poblaciones sostenibles.
Villarrubia señalaba que “el halcón peregrino busca las alturas para situar su nido, por lo que los edificios emblemáticos del Casco Histórico de Toledo como el Alcázar son ideales, al tiempo que la avifauna urbana, y en concreto el gran número de palomas y estorninos, aportan una abundancia de presas muy conveniente para establecer nuevos territorios reproductivos”.
“La presencia de juveniles como de parejas reproductoras en diferentes enclaves de la ciudad pueden ayudar a reducir la presión de palomas y otras aves sobre el patrimonio arquitectónico y monumental de la ciudad, contribuyendo a reducir los costes de limpieza”, ha indicado el delegado provincial.
Finalmente, Villarrubia ha agradecido a los responsables del Museo del Ejército su colaboración al permitir la instalación en sus dependencias de las jaulas y plataformas necesarias, así como a la Biblioteca del Alcázar por permitir los accesos para instalar una cámara web junto al nido para realizar un seguimiento.
“Gracias a ello, estamos dando continuidad a un proyecto que se inició en la pasada legislatura, con la reintroducción de cuatro pollos y un adulto en el Alcázar, una primera experiencia muy exitosa, en la que se logró que uno de los pollos se haya asentado en Toledo y los otros ejemplares se hayan reintroducido en otras zonas”, ha puntualizado Villarrubia, que se ha mostrado confiado en que en “en esta ocasión también todo vaya perfecto, lo que contribuirá en la mejora de la biodiversidad y el medio ambiente de nuestra provincia”.