Apasionado desde niño por la arquitectura -una afición que se nota en su discurso- el deán de la Catedral de Toledo, Juan Miguel Ferrer, destaca en la entrevista concedida a encastillalamancha.es la satisfacción que representa para él estar al frente del templo primado, un edificio en constante movimiento y evolución que no para de reformarse, de difundir su riqueza patrimonial y de ser, además, escenario de propuestas culturales.
Aunque nació en Madrid, desde muy joven su vida ha estado ligada a Toledo. Lleva 15 años como canónigo y, en los seis años que estuvo distanciado de la ciudad -época en la que residió en Roma ocupando el cargo de subsecretario de la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos- nunca se perdió un Corpus o la festividad de la Virgen del Sagrario.
Lleva cerca de dos años como deán de la Catedral de Toledo, ¿qué balance hace de este tiempo?
Personalmente es un balance muy positivo por lo enriquecedor que ha sido. Yo sabía que el cargo de deán en Toledo era un cargo que implicaba trabajo y dedicación pero he descubierto que es más de lo que pensaba. Pero estoy muy contento por ello. Estoy igualmente muy agradecido al Cabildo porque, no es solo el que ofreció mi nombre al arzobispo para que fuera deán, sino que en estos dos años me ha ayudado mucho.
Antes de su etapa como deán estuvo seis años en Roma como subsecretario de la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos. ¿Qué echa de menos de Roma?
De la etapa de Roma echo de menos Roma. Es una ciudad maravillosa y para un católico significa el corazón del mundo católico. Trabajar allí significa tener un contacto muy cercano con la realidad de la Iglesia Católica en todos los continentes.
¿Qué tal van las obras de la Sala Capitular?
Van muy bien, lo que habían anunciado los técnicos se está cumpliendo. Lo que más trabajo está dando es el gran número de repintes que se le ha dado a la Sala Capitular. Tenemos que pensar que siempre ha existido la conciencia de que era una sala muy importante de la Catedral y que había que cuidar las pinturas de Juan de Borgoña. Pero en el pasado se hacían las restauraciones con los criterios de la época y a veces eran repintes. En octubre está previsto que concluyan las obras.
Otra de las obras que deberá acometer la Catedral es la reparación del Transparente, donde la humedad ha hecho que se desprenda parte de la pintura.
Es una obra que debemos llevar a cabo, lo que ocurre es que no sabemos exactamente cuándo porque hay que ajustar los temas presupuestarios y del personal. En el Transparente hay que hacer algo antes del invierno para evitar que el agua siga entrando por los orificios que hay en la cubierta de pizarra. El resto de la obra -no ya de reparación, sino de restauración- se hará después y más poco a poco.
¿Hay más obras previstas en la Catedral de Toledo?
Hay otro trabajo previsto que está algo más oculto: el repaso paulatino que se suele hacer de todas las bóvedas y tejados para que cuando llegue el invierno no haya problemas. La cubierta es bastante segura porque tiene una estructura que ya, desde hace años, es de hierro forjado. Sobre ella van todas las tejas y esto forma como un primer tejado de la Catedral. Luego hay un segundo tejado, que queda oculto bajo este, pero accesible para los técnicos, donde hay unas bóvedas cubiertas con unos materiales impermeabilizantes que hacen que una gotera en las tejas no cale a las bóvedas, las cuales son lo más delicado ya que están hechas con piedra caliza y luego recubiertas de una capa de estuco. El estuco, cuando llega la humedad, se desprende y por eso las bóvedas están tan protegidas. Tenemos algunos daños de las tormentas que hubo este año, precisamente en el mes anterior al Corpus. Así, en algunos sitios se pueden ver las manchas de humedad pero, más que en las bóvedas, es en las paredes debido sobre todo a las ventanas, que son muy antiguas.
[ze_summary text=»Desde muy niño mi afición era la arquitectura»]Desde muy niño mi afición era la arquitectura[/ze_summary]
¿Para ser deán son necesarios estos conocimientos de arquitectura que demuestra en su discurso?
Siendo deán aprendes de todo pero lo cierto es que desde muy niño mi afición era la arquitectura. De hecho, mi padre pensó que me iba a hacer arquitecto y no cura.
¿Cómo valora el estado de conservación de la Catedral de Toledo?
Es una catedral muy bien conservada, sobre todo en lo que es el interior. Tenemos una asignatura pendiente que son las fachadas, particularmente la fachada sur, que es la que da a la calle Cardenal Cisneros, la de la Puerta Llana, que tiene un proyecto de restauración que aguarda desde hace muchos años. Tenemos que ir viendo cómo afrontar esta obra, no es de urgencia, no implica que la Catedral pueda sufrir deterioros graves, pero sí afectaría mucho al lucimiento exterior de la Catedral. La fachada principal siempre ganaría con una limpieza, pero también son obras costosas y entonces lo que hacemos son obras parciales, un par de veces al año. Aquí, hay varios elementos que atacan a nuestra catedral constantemente; el principal son las palomas, un problema ante el que no tenemos una solución. Es una solución que tiene que venir desde toda la ciudad.
Por delante también hay varias citas culturales importantes que acogerá el templo primado.
En septiembre, como otros años, tenemos el gran concierto con el Teatro Real que organiza la Real Fundación. La Catedral también acogerá el concierto benéfico que suele organizar la Esclavitud de la Virgen del Sagrario. Además, de cara a la Navidad, tal vez tengamos una sorpresa y es que al belén exterior de la Catedral queremos sumar un belén interior más artístico. En Navidad, igualmente, será la tradicional celebración con los niños del Colegio Infantes del Canto de la Sibila y el oficio de pastores. Este año, para Reyes, -como ya se ha anunciado- tendremos en el trascoro una reposición o actualización del «Auto de los Reyes Magos», la primera obra que se representó en España después de siglos de prohibición del teatro. A este texto se sumarán otras piezas del teatro sacro español: «La vida es sueño» y el «Hospital de locos», todo ello bajo el enfoque de un problema actual: los refugiados. Es una composición de un joven premiado autor teatral en la que participa la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Va a ser un montaje de categoría y la Catedral se goza de poder ofrecer esta riqueza cultural que tiene el trasfondo de la fe.
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