La familia de Tamara, ya en Toledo, «escuchan una sirena y se aterrorizan»
Este domingo, seis de marzo, Tamara recibía en la capital regional con los brazos abiertos a su hija, a sus cuatro nietas, a su nuera y a su consuegra. Ellas ya han podido descansar en España, cobijadas por su abuela, pero el descanso, me dicen, es solo físico porque la cabeza no para de dar vueltas