Y parecía que todo iba a ir bien, pero se torció. La procesión del Cristo de la Vega, de Toledo, logró empezar y acabar el pasado Viernes Santo, y eso estos días merece la pena destacarse.
Percance para el Cristo de la Vega
La Imagen, así, salió de la Catedral y llegó a la Ermita del Cristo después de cuatro horas de recorrido sin que cayera una sola gota de agua, como recogieron las imágenes de encastillalamancha.es.
Pero sucedó algo en el trayecto procesional: cuando la imagen del Cristo circulaba por la calle de las Carmelitas Descalzas, en un movimiento del trono para esquivar el cableado eléctrico, la mano izquierda del Cristo golpeó con una cornisa, con el resultado de que parte del dedo pulgar de la imagen, el de la mano izquierda, se desprendió y cayó al suelo, de donde fue recogido para su restauración. El resultado del accidente puede verse en las fotos de Rebeca Arango.
Ello no evitó obviamente que la procesión, a diferencia de las otras del Viernes Santo, pudiera acabar su recorrido procesional, salvándose de la amenaza de la lluvia que estos días ha afectado a buena parte de las procesiones españolas.