Un clon del laurel que Gustavo Adolfo Bécquer plantó en su casa de Toledo en 1868, y que a lo largo de estos 156 años ha sufrido incendios, nevadas y olas de calor o de frío, pero se ha mantenido vivo, se ha plantado este viernes en el colegio público Fábrica de Armas de Toledo.
La idea de crear un ‘vivero histórico» con clones de árboles con valor para Toledo
Hace dos años la Real Fundación de Toledo y la Consejería de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha se aliaron en el proyecto de crear un ‘vivero histórico’ con clones de árboles que tienen valor para la ciudad de Toledo, ya sea por su historia, por su edad, por su porte o, como en el caso del laurel de Bécquer, por su relación con la literatura.
Bécquer y su hermano Valeriano residieron dos años en Toledo, en la calle de San Ildefonso
Bécquer y su hermano Valeriano residieron dos años en Toledo, en la calle de San Ildefonso, y en ese momento (1868) se plantó este laurel, al que el poeta hizo referencia en cartas que escribió a su familia.
De hecho, gracias a estas misivas su sobrina consiguió identificar la casa de Bécquer cuando estuvo en Toledo en 1919, por el laurel mencionado, ha explicado el director general de la Real Fundación de Toledo, Eduardo Sánchez Butragueño.
Es probable que el poeta eligiera el laurel porque es un árbol «muy estrechamente ligado» al mundo de la literatura.
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Una decena de clones de aquel laurel en el ‘vivero histórico’
Lo que ha hecho la Real Fundación es hacer una decena de clones de aquel laurel en el ‘vivero histórico’ que está ubicado en el vivero central que el Gobierno de Castilla-La Mancha tiene en Toledo, cerca, además, del colegio Fábrica de Armas donde se ha plantado este viernes uno de los clones entre la algarabía del alumnado que ha participado del acto en el patio del colegio.
Otro de los clones del laurel de Bécquer se plantó hace año y medio en el parque de ocio Puy du Fou, también en Toledo, pero «por desgracia no prosperó», ha señalado Sánchez Butragueño, por lo que se va a reponer.
En el caso de los ejemplares clonados del laurel de Bécquer se ha combinado la germinación a través de semillas con el esqueje.
El laurel de Bécquer sigue vivo «aunque está un poquito viejo»
El laurel de Bécquer sigue vivo «aunque está un poquito viejo y ha tenido sus avatares a lo largo de tantos años», indica Sánchez Butragueño, ya que ha sufrido podas, incendios, nevadas, olas de calor, olas de frío «pero ahí sigue. Es un árbol muy resistente».
El vicepresidente de la Real Fundación de Toledo, Jesús Carrobles, ha agregado que «Toledo es una ciudad que conserva perfectamente ese entorno urbano y, además, es un lugar de memoria, un lugar que acumula una serie de vivencias, y esto da lugar a que Toledo tenga árboles con memoria, que es lo fundamental de este proyecto».
Y, además, el clon se ha plantado en un centro educativo, de modo que su alumnado «va a tener una vinculación directa con unas de las figuras más entrañables y más impresionantes del Romanticismo español».
Otros ejemplares clonados
También se ha clonado, merced a esta iniciativa, el ciprés plantado por José Hurtado de Mendoza, sobrino de Benito Pérez Galdós, en los jardines del Cigarral de Menores, propiedad de Gregorio Marañón, en octubre de 1921.
Y el almez de la ermita de la Virgen del Valle, que está fotografiado, ya con gran porte, en 1863, con lo que debió plantarse a principios del siglo XIX. Y el taray de Safont, que sufrió muchos años en la borrasca ‘Filomena’ de enero de 2021 y sufrió una poda severa pero que se ha recuperado, según ha explicado Sánchez Butragueño.
A la iniciativa de la Real Fundación de Toledo y el Gobierno regional se ha unido también la Universidad de Castilla-La Mancha, en concreto la Facultad de Ciencias Ambientales y Bioquímica, según ha explicado este viernes la vicerrectora de Coordinación, Comunicación y Promoción de la UCLM, Leonor Gallardo, quien ha subrayado que, además, la Facultad cumple 25 años y es «una de las mejores» del país en las ciencias ambientales.
La delegada provincial de Desarrollo Sostenible, Monserrat Muro, ha subrayado la importancia de esta iniciativa ya que ayuda a que la ciudadanía «las conozca y sepa a qué parte de la ciudad pertenecen».
Y el concejal de Medio Ambiente y río Tajo del Ayuntamiento de Toledo, Rubén Lozano, ha señalado que el año pasado se plantaron en la ciudad más de 1.000 árboles y en la campaña 2024-2025 habrá 1.500 nuevos árboles en la ciudad.
Junto al laurel, en el patio del colegio Fábrica de Armas, se ha colocado una placa.