Nadie sabe cómo, cuándo y quién sacó los tres legajos de documentos históricos del Archivo Histórico Provincial de Toledo, cuestiones que ahora mismo está investigando la Policía Nacional. Pero lo cierto es que esos tres legajos, correspondientes a procesos criminales ya juzgados en la Audiencia Provincial de Toledo y que están fechados entre los años 1930 y 1947, han sido recuperados después de que una persona los comprara en un rastrillo de una localidad de la provincia de Madrid y posteriormente los sacara a subasta por internet.
De un rastrillo a internet para ser subastados
Son documentos históricos de incalculable valor que el propio comprador desconocía. Las investigaciones de los agentes comenzaron cuando el director del Archivo Histórico Provincial de Toledo denunció en la Comisaría que un trabajador del Archivo Municipal del Ayuntamiento de la capital regional había detectado, navegando por internet, que un portal web dedicado a la venta de material de coleccionismo había sacado a subasta documentos históricos que pertenecían a la Audiencia Provincial de Toledo.
Eso fue lo que llevó a la identificación de la persona que estaba en posesión de los tres legajos, de los que hizo entrega a la Policía. Unos documentos «de incalculable valor histórico y patrimonial» que fueron restituidos al Archivo Histórico Provincial.