El concejal de Izquierda Unida-Podemos en el Ayuntamiento de Toledo, Txema Fernández, se ha opuesto a la aprobación de la ordenanza de Venta Ambulante porque permite la venta de productos relacionados con la exaltación del franquismo, tal y como ha explicado que sucede en el mercadillo del Martes de la capital regional.
Este pasado martes se daba luz verde a esta ordenanza en la comisión de Empleo, Desarrollo Económico y Planeamiento, a la que el grupo municipal de IU presentaba quince alegaciones con dos objetivos, uno de ellos para introducir un artículo que estableciera que «no se puede vender» en el mercadillo del Martes.
Vendían tazas de Franco o banderas preconstitucionales hasta el 14 de mayo
En este aspecto, Fernández explica que su partido incluía tres aspectos: «no vender con música, con abarullo y no permitir la venta de productos que incumpla con la Ley de Memoria Democrática»
Y es que, tal y como ha apuntado el concejal de IU a encastillalamancha.es, hasta el mercadillo celebrado el 14 de mayo, había un puesto en el que se vendía tazas con las caras de Franco y José Antonio Primo de Rivera, incluso la venta de banderas preconstitucionales.
Una cuestión que, para Txema, nace de un «déficit» de la Ley de Memoria Democrática al no establecer esta norma la prohibición de estos productos pero que, a su juicio, se puede regular para incluirlo en la ordenanza.
Sin embargo, ha lamentado que tanto el Partido Popular como Vox votaron en contra de ello, mientras que el PSOE se abstuvo, algo que reconoce que les causo sorpresa, ya que apunta que en la pasada legislatura el avisó a la anterior alcaldesa de Toledo, quien sugirió al propietario del puesto que retirara estos productos. Una simple proposición ante la ausencia de una norma que lo prohíba.
Según asegura Fernández, lo ha comunicado al actual equipo de Gobierno municipal, quienes han justificado la venta al ser «igual de preconstitucional la foto de Franco que una bandera de la República».
Por otro lado, Fernández ha criticado que esta nueva ordenanza perpetúe, «con tintes de clasismo», que el trabajo en los mercadillos sólo lo puedan ejercer los familiares de los que lo ejercen hoy. Y es que entre las alegaciones de Izquierda Unida-Podemos figuraba una en la que se solicitaba que los titulares de las autorizaciones de los puestos pudieran contratar a terceros para el desarrollo de la actividad del puesto.
«Están impidiendo que los hijos de alguien que se dedica a esto puedan ser médicos, maestros, albañiles o ceramistas», criticaba el concejal.