El Grupo Municipal de Izquierda Unida-Podemos en el Ayuntamiento de Toledo lleva al pleno dos mociones para profundizar en materia de participación ciudadana y garantizar mayores ingresos de empresas que obtienen beneficios económicos en el ejercicio de una actividad lucrativa como son las viviendas de uso turístico.
«Si dotamos de autonomía de gestión al pleno y a su presidente para hacer efectiva la ejecución de las denominadas obras menores, de un importe hasta 40.000 euros, se irá generando un clima de confianza en los vecinos que ven de forma efectiva que se cumple lo que se aprueba y así retomar un camino diferente al que hasta hoy tenemos que es el de la frustración», ha manifestado el portavoz de IU-Podemos en el Ayuntamiento de Toledo, Txema Fernández.
Piden una nueva ordenanza fiscal antes de modificar el POM
Por ello, la formación va a proponer que las obras consideradas menores sean gestionadas de una forma más ágil de lo que se hacen ahora y que el resto de obras o infraestructuras, al menos, se debatan y presenten en los plenos de Participación Vecinal cuando afectan a ese barrio.
Por otro lado, añade que los pisos y apartamentos de uso turístico son una realidad que van a quedar regulada con la modificación número 32 del POM en la que se reconoce que es una actividad empresarial lucrativa con la que tendremos que convivir en toda la ciudad.
«Por este motivo le pedimos al Gobierno local en esta moción que prepare una nueva ordenanza fiscal, antes de iniciar el debate de la modificación de las existentes en la actualidad, para garantizar el cobro de un impuesto o una tasa a las empresas que se dedican a esta actividad por la que obtienen importantes beneficios empresariales y que debe revertir en la mejora de los barrios directamente afectados por estos negocios», ha manifestado Fernández.
Según añade, la propuesta actual se presentó sin una ordenanza de convivencia vecinal, que garantice que el turismo y los vecinos son actividades compatibles, y sin una ordenanza fiscal que permita al Ayuntamiento recaudar fondos de una actividad que obtiene beneficios muy importantes, «además de ser parte de un problema de gentrificación que hace cada vez más inaccesibles los precios de las viviendas para el pueblo trabajador», ha concluido Fernández.