Unos seis metros de la muralla omeya de Toledo, del siglo IX, han aparecido durante las obras de restauración de un tramo de la muralla medieval que el Ministerio de Cultura está llevando a cabo en el Paseo de Cabestreros, tal y como ha podido conocer encastillalamancha.es.
Seis metros de la muralla omeya de Toledo
Seis metros de la muralla omeya que, como han confirmado fuentes del Ayuntamiento de la capital regional a este periódico, se encuentran integrados en el sistema defensivo de la actual muralla medieval, de los siglos X y XI, que rodea parte de la ciudad.
En el vídeo se aprecia una parte del tramo de la muralla omeya que ha aparecido en el Paseo de Cabestreros.
Un espectacular hallazgo patrimonial que tuvo lugar a finales de febrero.
Las personas que están trabajando sobre el terreno (arqueólogos, restauradores y conservadores) tienen claro que habrá más tramos de muralla omeya que aún no han salido a la luz y que este es el primero que se identifica.
Paneles identificativos para reconocerla
La intención ahora, una vez que esté restaurada esa parte de la muralla, que ha sufrido diferentes desprendimientos a lo largo del tiempo (la última a principios de diciembre de 2020), es colocar paneles informativos para que vecinos y turistas la puedan identificar.
Obras que lleva a cabo el Ministerio de Cultura
Las obras, realizadas por el Ministerio de Cultura porque la muralla es de titularidad estatal, se llevan a cabo después de comprobar que se había producido un desprendimiento puntual de elementos pétreos del muro de fábrica sobre la vía pública.
Se advirtieron además otros procesos patológicos, como la disgregación del material constructivo, presencia de oquedades con pérdida de material pétreo y cerámico, sillares descalzados, deterioro y lavado del rejuntado de la fábrica, así como el crecimiento de vegetación, que quedó enraizada en el lienzo de manera incontrolada y extensiva, agravando en mayor medida la situación de inestabilidad del muro.
Igualmente, se pudo apreciar la existencia de una grieta de importantes dimensiones en el intradós de la hoja de fábrica y la desconexión de elementos pétreos con respecto del sistema constructivo, por lo que presentaba gran riesgo de desprendimientos en ambos casos.