¿Pasó o no pasó? Pues sí, con apuros y con mucha habilidad, pero finalmente y sin un mínimo raspón en la chapa, con los espejos retrovisores metidos y a una velocidad mínima, pasó…
Es lo que tiene la ciudad de Toledo, que en el casco histórico hay unas calles que por su estrechez dan «miedo» a los vehículos que se salen del tamaño normal.
Por la parte más angosta de la calle de la Merced
Aunque también hay conductores expertos que a base de echar unas gotas de sudor logran su objetivo, pasar por la parte más angosta de la calle de la Merced, poco antes de salir a la Diputación de Toledo y de paso hacia la salida del casco por la Puerta del Cambrón.
Ufffff… ¡Qué angustia!
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