La escultura, aún tapada, ya está colocada en el lugar previsto, el mirador de San Juan de los Reyes, frente al imponente monasterio, en el casco histórico de Toledo. Es «La Ascensión», del escultor y pintor napolitano Nino Longobardi, una donación del coleccionista Roberto Polo al Arzobispado y que destaca por su tremenda belleza.
Una escultura de 4,40 metros de altura
Concebida por el artista en el año 2000, fue hecha en 2022, tiene nada menos que 4,40 metros de altura y está valorada por el propio autor en 250.000 euros.
Es una figura de Cristo con los brazos extendidos que asciende al cielo, con un círculo que la encierra y que están fundidos en bronce patinado en verde claro.
La peana, con una pátina verde oscuro, se ha construido con planchas de latón plegadas y soldadas. El autor señaló en su día que «la iconografía de la escultura hace referencia al círculo, que simboliza el nacimiento, muerte y resurrección de Jesucristo para salvarnos y regalarnos la vida eterna».
Longobardi, de formación autodidacta, centra su obra en la figura masculina con pocos trazos sintéticos y una paleta cromática reducida, y explora temas como el cuerpo, la muerte y el peso del pasado.