Apasionante Toledo. O la pasión de Semana Santa. Calles repletas de gente, sentimientos a flor de piel, un sinfín de cofradías, hermandades… Y en esta ocasión se cumplen 75 años de la puesta en marcha de una de las cofradías con más solera, la del Cristo Redentor, cuya imagen se encuentra en el histórico y fascinante monasterio de Santo Domingo el Real, en el casco histórico.
Allí estuvo encastillalamancha.es con la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, quien no dudó en recalcar que, efectivamente, la del Cristo Redentor «es una de las tallas más espectaculares y queridas en la ciudad. El Cristo caído, el Cristo yacente… supone mucho para los toledanos».
Una cofradía «que tiene un sabor especial, un sabor íntimo, que recoge perfectamente lo que es la Semana Santa de Toledo por los cobertizos y con el Miserere…».
La promesa que hizo su madre a la Soledad cuando su padre enfermó de cáncer
Recuerda la alcaldesa que ella también es cofrade, pero de la Soledad, «desde que tenía 16 años. Salimos el Viernes de Dolores, una procesión donde solo salen mujeres. De una hermandad tan toledana. Mi madre es cofrade desde hace muchos años y cuando mi padre enfermó de cáncer, estaba muy mal, ella hizo una promesa y ofreció que si moría sin dolor las mujeres de la familia saldríamos en esa procesión. Por lo que mi madre, mi hermana y yo llevamos saliendo desde hace 36 años. También lo hice estando embarazadísima y este año repetiré una vez más».
Semana Santa de Toledo: las procesiones, los horarios… ¡Se sienten, se palpan…!
Tolón dice que es «católica, creyente y practicante» y que no solo participará en la de la Soledad, «también lo haré el Domingo de Ramos en la Catedral, una ceremonia muy especial, con la procesión de palmas; y el Lunes, el Jueves y el Viernes Santo».
Y será costalera, el sábado 9, en un tramo durante el traslado del Cristo Nazareno Cautivo desde la Plaza del Ayuntamiento hasta la Puerta Llana de la Catedral. Cristo Nazareno Cautivo cuyo «viaje» comenzará a las nueve de la mañana desde la parroquia San José Obrero, en el barrio del Polígono, y cuyo destino final es la Catedral.
«Hay muchos motivos para venir a Toledo, la Jerusalén de Occidente»
De hecho, «jamás me he perdido la Semana Santa de Toledo y, por lo tanto, no conozco otra en vivo y en directo. La ciudad se transforma en estas fechas y no solo por las procesiones, sino en general. Se abren los conventos, las iglesias… Todo eso, unido a que nos encontramos en el casco histórico más grande de España, hace que nos encontremos ante una Semana Santa diferente, donde el silencio está muy presente en las procesiones. Y Toledo, conocida como la Jerusalén de Occidente, tiene ese olor y es intimidad que le caracteriza».
Por todo eso, finaliza, «hay muchos motivos para venir a Toledo, porque sale la mayor imaginería de la ciudad, porque el casco histórico se llena de arte, de patrimonio… En torno a Semana Santa giran los conventos, la gastronomía… todo eso que le hace ser tan peculiar».