La Asociación de Usuarios del Tren de Toledo ha defendido que la «única solución viable» para el trazado del AVE a su paso por la ciudad es mantener la estación de Santa Bárbara como única, puesto que en los ejemplos donde se ha alejado la estación del centro no han sido de éxito y que una segunda estación en el polígono supondría la desaparición paulatina de la de Santa Bárbara, poniendo como ejemplo lo que ha pasado en Cuenca.
Y es que esta asociación cree que la propuesta elegida por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ya recoge las alegaciones que se presentaron al trazado que habría que realizarse después de la estación actual.
«Mantener la estación de Santa Bárbara como única estación central y continuar el trazado hacia Torrijos y Talavera de la Reina por el Salto del Caballo cruzando el río Tajo es la única solución viable para una ciudad partida en barrios y cuyo motor turístico emana precisamente de la estación de tren y su entorno», explican.
«Declaraciones negacionistas» de quienes «desearían un Toledo medieval»
Así, la asociación critica que «ese turismo que tanto rechazan algunos y ahora pretenden defender mediante declaraciones arriesgadas y negacionistas los defensores de la sociedad, patrimonio y cultura de la ciudad de Toledo, que más bien desearían un Toledo medieval aislado del mundo para disfrute de unos pocos. Alegan el cono visual como el mejor escudo contra el progreso de la ciudad aquellos que no usan el tren. Ahora bien, si queremos dejar de recibir turismo, cerremos directamente la línea».
Además, critica las declaraciones realizadas por el Gobierno de Castilla-La Mancha, que llegó a esta solución «scalextric» y «montaña rusa», puesto que creen que con «esos términos no solamente para confundir a los ciudadanos, sino también para desprestigiar el trabajo de los técnicos del Ministerio de Transportes genera inquietud por unas instituciones que se supone han de velar por el desarrollo de la ciudad y la sociedad».
Una estación alejada supone «descontento de usuarios, decepción de turistas»
En este sentido, explica que los defensores de la segunda estación, alejada del centro, «desconocer lo que el propio Ministerio piensa acerca de sacar las estaciones del centro urbano de las ciudades. Pues bien: señala que no existen casos de éxito en España de estaciones de alta velocidad situadas fuera de los núcleos urbanos (ejemplos como Burgos, Villena, Segovia, Requena, Medina del Campo, Puente Genil, Cuenca, Guadalajara y Tarragona, entre otros), y es consciente del descontento de los usuarios y la decepción de los turistas».
«Estas estaciones no acaban integradas en las ciudades a pesar de los desarrollos urbanísticos planteados, y son motivo de descontento para el usuario y, sobre todo, inútiles (a juicio de la Asociación). El propio Ministerio alega que el viajero de Madrid deberá elegir a qué estación deberá desplazarse en Toledo, y que esta segunda estación es incompatible con servicios regionales a Talavera de la Reina (debido a la inutilidad de llegar a una zona industrial). El viajero, usuario y vecino quiere y necesita desplazarse a la ciudad, no a un polígono alejado del centro. Al menos el propio estudio informativo tiene en cuenta que la estación de Toledo debe prestar un servicio ferroviario lógico y adecuado a las demandas de la sociedad, ya que los gobernantes parecen empeñados en todo lo contrario», añaden en el comunicado de prensa.
Así, recuerdan que el propio estudio informativo presentado contempla «el riesgo de cierre de la estación actual de Santa Bárbara si se construye una segunda estación, pese a que todos aseguran (y por tanto, mienten) que eso es una línea roja inadmisible, y que no se va a cerrar».
Solo 12 años de coexistencia de dos estaciones en Cuenca
Como ejemplo del riesgo que puede correr la estación del centro ponen el de Cuenca, donde «quizá dijeron lo mismo, aunque ahora sabemos que la apertura de la estación de AVE Cuenca Fernando Zóbel en diciembre de 2010 (fuera de la ciudad) propició el cierre de la estación central de Cuenca y el fin de los servicios ferroviarios en julio de 2022. 12 años de coexistencia. Todas las declaraciones de estas últimas semanas quedarán en la hemeroteca y pesarán en la conciencia, o no, de aquellos que hicieron posible su cierre».
«Todos los que opinan desde un atril o tras un teclado en redes sociales harían bien en coger el tren a diario y sufrir el maltrato económico y desgaste mental que supone el servicio prestado por RENFE, el cual será aún más caótico dividido en dos estaciones. Los más de 350 usuarios de la Asociación no quieren ni imaginarse esta situación. Y deberían saber los opinadores, también, que el servicio ferroviario se partirá en dos, y que RENFE no tiene previsión de comprar más trenes a futuro, es decir, las frecuencias bajarán dado que algunos trenes irían a Santa Bárbara (terminal) y otros al polígono (continuando hacia Talavera). Hablan con absoluto desconocimiento, o mienten descaradamente y a conciencia, acerca de los conceptos AVE, AVANT o Cercanías de alta velocidad, sin saber siquiera qué es el ancho de vía o sistema de electrificación que permite unos servicios u otros. Se inventan tiempos de viaje, proponen soluciones absurdas como lanzaderas desde la Sagra a Toledo para no construir más trazado en la ciudad, hablan de “enormes catenarias” y “pilares de hormigón” como si fuesen un monstruo de una película de ciencia ficción del siglo XXIII. Las farolas del puente de Azarquiel son más altas que los postes de electrificación del tren».
En este sentido, abundan en que «como colofón, suponer y difundir en redes sociales que El Greco estaría en contra del progreso del tren de alta velocidad es algo sumamente aventurado, considerando que no se opuso a registrar en su “vista y plano” esa enorme y moderna estructura que fue el Artificio de Juanelo. Estamos seguros que, de vivir entonces, los fanáticos ultraconservacionistas de hoy en día se opondrían a que la más novedosa obra de ingeniería civil del siglo XVI “ensuciase” la visión del río. El Greco fue un espíritu libre, creando su propia corriente y saliéndose de los cánones establecidos, por lo que superponer en su obra una línea (roja) interceptando el paisaje de Toledo como si fuese el nuevo viaducto, lanzarlo a las redes sociales para engañar a conciencia, e incluso utilizar el drama de la Dana de Valencia para meter miedo contra los pilares de un puente parecen, son, razonamientos alejados de toda lógica de aquellos que, nuevamente, no usan el tren».
Por último, la Asociación de Usuarios de Tren Toledo «espera y confía en que más allá del ruido generado en la ciudad, la UNESCO sepa valorar el potencial de la línea patrimonio de la humanidad, aquella que pasando por la Estación Central de Santa Bárbara habrá de unir las ciudades patrimonio de Toledo, Cáceres, Mérida, y Évora, así como diversos enclaves también patrimonio de la humanidad en Madrid, Elvas y Lisboa».